Llegué a tiempo y pude encontrar silla en primera fila (quizás porque los cubanos no se destacan por ser puntuales) y vi el debate más democrático por estos días en Miami. A mi lado Roberto Simeón que al igual que yo por primera vez asistía al evento que se celebra cada último jueves de mes en la cafetería “Tinta y Café”. Tres panelistas hablaron sobre los últimos 40 años de la educación en Cuba, y desde el público hubo preguntas y comentarios muy críticos como suele ocurrir entre cubanos.
Fue bueno el intercambio, y vi que los panelistas fueron muy abiertos sin andar pensando en retoricas vacías o ideologías encasilladoras al contar sus crianzas allá, en Cuba. Desde el publico un joven cubano-ruso tocó el tema de los comunistas corruptos en la Perestroika y su papel en las privatizaciones que hicieron sufrir a tantos bajo el capitalismo más salvaje. El joven consideró que en Cuba se puede repetir la misma situación de caos y corrupción, que podría evitarse si personas desde Estados Unidos van a la isla con proyectos educativos basados en su propia experiencia de vivir en un estado de derecho y de firmes leyes.
Hubiera sido ideal escuchar al panelista Harol Cardenas sobre este tema tan delicado dentro de Cuba, pero él no contestó al joven cubano-ruso (minuto 1:12 ). La única mujer en el panel contestó a tan difícil tema que salpica a los que tienen el poder ahora en Cuba. Ella aseguró que ya está pasando, y se refirió a los comunistas y funcionarios que llevan años enviando sus hijos al extranjero y sobre todo a Miami, para prepararse y ser la nueva clase capitalista en la isla.
Simeón al terminar el evento me manifestó que hacia años que el no veía a los cubanos discutir tan libremente sin faltarse el respeto, y que le parecía que estábamos aprendiendo a ser tolerantes como nación. Roberto en su largo exilio ha visto muchos intentos de este tipo, que han terminado sin resolver nada por la intolerancia y el extremismo. A mi se me pidió una opinión relacionada con los jóvenes que vienen a Miami pensando que es el paraíso. A este país vine con seis años, así que nunca experimenté esa frustración de “paraíso perdido”, por lo tanto hablé de un caso concreto de una persona conocida que vino dejando atrás ropas que luego necesitó al comprobar que en Miami no dabas una patada y salia dinero. También señalé que si Cuba no quiere que la juventud emigre debe hacer que la economía funcione.
Mi breve e improvisada opinión junto a Roberto Simeón
Mis hermanos y mi papá, escuchando atentamente en Tinta y Café, junto al diverso publico.
Mi padre Reinaldo Escobar me acompañó a dicho evento, y aunque le gustó la forma en que se desarrolló, me comentó que lo malo de estos debates es que se queden en palabras y nada más, no concretandose en política real. Luego en el camino de regreso a casa, mis hermanos me confesaron que hubiesen querido participar pero se sentían un poco tímidos, pero el hecho de que se entusiasmaran tanto me dice que fue un éxito, porque lograron entusiasmar a jóvenes que sólo conocen a Estados Unidos, pero que todavía se sienten vinculado a su Patria.
Aquí les comparto el vídeo de mi improvisada y solicitada opinión:
Vídeo completo del evento en Tinta y Café