La participación de Fidel Castro como delegado en el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba está bajo ataque y no sólo desde Miami. Vídeos artificialmente convertidos en “virales” donde aparecen niños pequeños en Cuba, bailando de forma grosera con sus uniformes puestos, son parte inseparable de una campaña sucia contra la dignidad nacional. No es casual que toda esta propaganda sea paralela a las imágenes de Fidel Castro recientemente hechas públicas donde el líder de la Revolución aparece compartiendo con escolares cubanos.
Desde hace años voy diciendo que nuestro mal mayor, la raíz de nuestros problemas, es una cuestión moral pero cuando reprocho nuestras fallas culturales no me limito a los que habitan la isla, sino a su emigración también. Si hay algo que no encuentro tolerable es la enorme hipocresía por parte de los adultos corruptos que desde su propia perversión transmiten toda clase de podredumbre a los menores de diversas formas y ahora algunos se hacen los puritanos. Ninguna criatura de Dios nace en este mundo conociendo los bailes de Reguetón. Esas son practicas de adultos, que inculcan estas cosas a los menores en ambas orillas. En el sur de la Florida los cubanos también bailan…así…y son en su mayoría hijos de cubanos ya nacidos aquí. Si alguien encuentra perturbador que los niños bailen como adultos, no le transmitan a sus hijos las costumbres de adultos antes de tiempo. Déjenlos ser niños de una vez.
Para demostrar que el nuevo hombre soñado por los socialistas cubanos resultó ser un desastre y que el capitalismo debe ser restaurado en la isla para mejorar moralmente al cubano, se promueve esta campaña anti-nacional que en realidad esta diseñada para erosionar la soberanía sembrando dudas sobre la capacidad del cubano para tener gobierno propio. Aparentemente el ataque sería contra la utopía socialista pero lo cierto es que son puñaladas al corazón nacional y debilitan a todos los cubanos, aún a los que tienen un pensamiento más inclinado a la derecha política. Por lo tanto, seguiré condenando todos esos intentos por denigrarnos.
Desde hace unos años ha sido notable la campaña de descrédito contra la mujer cubana desde el exterior y en numerosas ocasiones he condenado esas bajezas. Dicha propaganda ignora la realidad de un mundo inundado de redes de prostitución y pone toda su énfasis en las prostitutas cubanas e insinúa que en el caso de Cuba el oficio se extiende más allá de ciertas calles y rincones escogidos para el negocio como sucede en New York, Roma o Paris. En el caso cubano se trata de inducir la idea de que el mal inunda toda la sociedad, y para tal fin escogen los casos que involucren adolescentes o estudiantes con uniforme y todo. Así han venido difamando y ensuciando nuestra imagen nacional hasta que se han atrevido a poner sus ojos en los niños cubanos más recientemente.
Es posible que hacer un nuevo hombre no sea cosa tan fácil para realizar desde posiciones marxistas, pero lo que si no hay dudas es que jamás el dinero logrará extinguir la utopía de un mundo mejor. Sin lugar a dudas Cuba necesita cambios para mejorar al país en todos los niveles, y creo que esa eterna Revolución que anida en el corazón de los buenos cubanos no se va a extinguir por muchos videos de propaganda negativa y sucia que circulen en las redes. Una Revolución moral también es necesaria en Cuba pero no para traer de regreso la hipócrita moral burguesa de la dictadura de Batista, sino para recuperar ánimos y seguir avanzando por los caminos del nacionalismo cubano.
Esta foto de niños dominicanos fue divulgada en Internet como si fuesen niños cubanos bailando temas de adultos en Cuba hace unos años. El fraude denunciado a su tiempo por un blog, fue el inicio de la campaña que ya finalmente ha logrado vídeos autenticos hechos por los propios padres a sus hijos en Cuba.
