Siempre me he preguntado donde estan las raÃces de la intolerancia entre los cubanos, y creo que las malas costumbres no se forman de la noche a la mañana. La diversidad de los elementos que formaron las sociedades con este tipo de problemas dan cierta luz sobre el problema de integración cultural de grupos no solo diversos, sino antagónicos. En el mediterráneo durante siglos una y otra vez se formaron este tipo de sociedades, que luego llegarÃan hasta Cuba y de alguna manera aportaron la semilla de la discordia en las raÃces culturales de la cubanidad.
Los cubanos somos apasionados, y eso nos arrastra fatalmente hacia el error cuando discutimos, y digo discutimos, porque rara vez debatimos, aún asi deseamos ardientemente derechos polÃticos para una población sin madurez emotiva a nivel polÃtico. No salgo de mi asombro cuando leo en foros cubanos las malas palabras, las descalificaciones y las teorÃas sentimentales tan ajenas al respeto. El respeto a la opinión ajena es la base de toda democracia, pero falta mucho para que se establezca como hábito el respeto entre los cubanos, sobre todo porque todavÃa no se ha reconocido el mal cÃvico de la intolerancia polÃtica.
El gobierno cubano ha decidido hacer reformas económicas moderadas, pero firmes. También aunque las leyes no cambien de forma literal, en los últimos años el espÃritu de las leyes ha ido cambiando hacia una mayor tolerancia hacia posiciones disidentes, y el hecho se refleja en las liberaciones a presos polÃticos, y en la tolerancia a reuniones (dentro de casa particulares) de grupos abiertamente enemigos del gobierno y de la constitución socialista que rige al paÃs, aún asi la crispación aumenta y lo que la oposición soportaba durante años como si nada, hoy en dÃa no lo tolera a pesar de ser más ligera la carga. Es un hecho que ya el paredón de fusilamiento no se usa contra los enemigos del estado como en décadas pasadas, pero los opositores parecen ser más osados y distribuyen propaganda subversiva a la luz del dÃa en espacios públicos sin el temor de los años 60, 70 y 80. ¿A donde va Cuba?
Si en la medida que el estado cubano alivia la represión a sus enemigos, aumenta la actividad opositora tomando ventaja de las reformas, necesariamente llegaremos a un punto en que el gobierno no estara dispuesto a seguir adelante en las reformas por temor a la desestabilización, y a la guerra civil. Esa no es la señal que la oposición debe enviar al gobierno si quiere obtener legalidad algun dÃa en Cuba, teniendo en cuenta que solo el pueblo de la isla tiene el poder REAL para definir el sistema polÃtico en Cuba. Algunos sueñan todavÃa con la intervención extranjera o la rebelión popular, pero una de las señales de la inmadurez polÃtica de los cubanos es no ver la realidad, sino a través de sus deseos y fantasÃas.