El nacionalismo tiene varias interpretaciones como todo en la vida. Los hombres y mujeres de una nación tienen derecho natural a luchar por sus intereses nacionales, pero es delicada la intervención de los polÃticos en este derecho natural, porque todos los nacionalismos apelan a la historia como punto de arranque para sus ideales, y la historia a menudo ha demostrado ser una disciplina ideológica.
Los fundadores de la nación cubana fueron criollos totalmente fascinados por la masonerÃa y sus rayos de luz republicana, y como consecuencia fueron maldecidos por la iglesia católica, de manera que nuestra república fue por derecho y hecho laica. Nuestro nacionalismo fundacional fue laico , y asi debe continuar.
La virtud cÃvica es suficiente para crear un hogar nacional donde quepamos todos, y no hace falta derribar el muro que separa la Iglesia del estado para hablar de reconciliación entre cubanos, basta nuestra moral y nuestro civismo republicano, porque a Cuba la doramos, y eso es suficiente.