La vida es cambio, y los hombres muy poco pueden hacer para frenar la vida. En los años de la vejez algunos hombres y mujeres se empecinan en sus ideas; quizás por nostalgia, quizás por espanto ante la brevedad de la vida. No debe ser fácil comprender en los últimos años un error sostenido con vigor. También los partidos envejecen… y mueren. No existe un partido inmortal, porque la eternidad no puede tener comienzo, y todos los partidos actuales tuvieron un primer dÃa (la mayor parte de la historia humana no conoció partidos polÃticos) desde la destrucción del antiguo régimen de los nobles, el mundo conoció un nuevo discurso, pero ese discurso hoy está agotado.
El descrédito de los partidos polÃticos es universal, y ya no hay “grandes verdades” para impresionar a las masas. Cuba como Ãsla llega tarde a los grandes terremotos polÃticos de esta era, y al descrédito de ciertas teorÃas polÃticas. Eso no es tan malo. Quizás nos hemos librado de algún desastre polÃtico, de alguna guerra civil, y mirando los errores ajenos a lo mejor podemos quemar etapas y no pasar por los mismos dolores que otros pueblos mas desdichados.  Si queremos que Cuba cambie pronto , es muy importante la aptitud amorosa hacia todo error humano. Todo buen demócrata sabe que la fraternidad es vital a las repúblicas de hombres y mujeres libres, y¿ como vamos a ser fraternos sin tener compasión por nuestro prójimo?.¡ Esto no es religión!…el amor al prójimo, o al más próximo es vital para lograr la unidad nacional.
NO SE PUEDE TEMER a la opinión contraria, ni a el debate, todo eso es bueno para evolucionar hacia un modelo de convivencia superior, nada de amargura ni de rencor ayudarÃa a un cambio hacia una Cuba mejor. Si un partido polÃtico esta en decadencia, y muere, no es para saltar de alegrÃa, porque todos envejecemos, y no es sabio reirse de la vejez ajena, ni del dolor ajeno. No esta muriendo un solo partido polÃtico, sino junto con el también muere su oposición. Marxistas y exiliados derechistas están en total desventaja frente a una nueva generación de cubanos que quiere un nuevo modelo de convivencia, pero no es conveniente que queden al margen, todavÃa es necesaria su contribución, y más que necesaria, VALIOSA.   No llegaremos lejos sin el consejo sabio de la generación pasada, sin su apoyo cariñoso. Toda Cuba necesita fraternidad, para que sin odios ni rencores se habrá paso el partido de los patriotas, el partido único de los revolucionarios, de los nacionalistas.