Desde el 3 de Diciembre de l 2008, hasta el día de hoy ,Grupo Caimán fue una organización registrada (NO8000010893) como ONG en el Departamento del Estado de la Florida. Ahora somos un movimiento nacionalista, como en Camagüey en el año 1984. Yo nací en 1987, de manera que me perdí sus comienzos, y cuando crecí aprendí poco a poco lo que mi padre y sus compañeros vivieron y sufrieron en carne propia por asociarse fuera de las organizaciones sociales y de masas autorizadas por la ley.
Cuba ha cambiado mucho desde entonces. Ahora el gobierno cubano tolera las asociaciones de cubanos ( ilegales bajo la constitución socialista), y no arresta a los cubanos que organizan micro-partidos o que gritan consignas incendiarias (salvo cuando causan desordenes públicos). También grupo caimán cambio con el tiempo, siempre de acuerdo a sus limitadas fuerzas y a la indiferencia de la gran prensa. Ser nacionalista en el mundo de hoy es un reto, ya que las enormes fuerzas que apoyan la subversión contra Cuba solo toleran una oposición cubana doblegada a la voluntad del neoliberalismo capitalista, o a la “doctrina social de la iglesia” esgrimida por la alianza demócrata cristiana internacional.
Desde nuestra legalización en el 2008 bajo las regulaciones en Estados Unidos, fuimos atacados de forma mezquina por la ultra-derecha exiliada y en numerosas ocaciones se nos descalifico de forma grosera en programas de radio y de televisión solo por el hecho de ser nacionalistas opuestos al bloqueo contra Cuba. Nuestra posición a favor del intercambio cultural con artistas de la isla le puso la tapa al pomo, y en lo personal sufrí como el Departamento del Tesoro me negaba en dos ocaciones las licencias necesarias para llevar mis óleos a exposiciones artísticas dentro de Cuba.
Cuba atraviesa un momento histórico decisivo para definir las instituciones del futuro, y es vital para la estabilidad de esa transición, que no pasemos de un extremo al otro. El orden es la base de la vida social, y no deseamos cambios traumáticos dentro de Cuba que terminen en una guerra civil o en una ocupación extranjera. El que se siente parte de la nación cubana puede estar en posiciones de izquierda o de derecha política, pero tiene el deber moral de apoyar la reconciliación entre cubanos, porque para lograr un modelo de convivencia superior la violencia política estorba.
Cuando los exiliados se asocian unidos por el amor a la patria a menudo crean (sobre todo en Estados Unidos) organizaciones no lucrativas que pueden recibir donaciones, pero ya son conocidos los casos donde esas organizaciones se desnaturalizan por las contribuciones del gobierno federal, o incluso se organizan grupos con el único objetivo de vivir de dichas ayudas (grants), con las consecuencias desmoralizadoras para el exilio. Grupo Caimán no tiene nada que ver con esos grupos y esas prácticas, pero a menudo en los foros de extrema derecha, en los sitios de odio, y en los programas de radio en Miami sufría la difamación y la descalificación en lo referente a la estructura legal como ONG, por lo tanto la mejor decisión política era dejar de ser una organización registrada, y convertirnos en un movimiento de ideas… de ideas nacionalistas.