LA VICTORIA DE CHÁVEZ Y CUBA

By Yadira Escobar on

  Chávez ha ganado las elecciones en Venezuela. La oposición por su parte aunque perdió, tuvo una victoria moral muy grande al lograr un altísimo nivel de convocatoria. Millones de venezolanos se entusiasmaron con la bonita campaña de Capriles por una Venezuela con menos crimen, y el gobierno debe haber aprendido una lección política al ver a la oposición mas cerca que nunca del pueblo humilde. Dicen que fue una estrategia populista de la derecha, que la oligarquía no siente ni padece los problemas de los pobres y marginados, pero el caso es que el mundo vio por la TV, avenidas llenas oponentes a Chavez, y nadie podrá decir que esas multitudes son oligarcas. La corrupción en el gobierno, y el altísimo nivel de criminalidad han hecho que la gente busque el cambio fuera de la revolución, y eso es una realidad política que de ignorarse, terminara dando la victoria a la oposición.

La alta participación es señal de salud en el sistema electoral, y la rápida aceptación de la derrota por parte de Capriles apunta a una mayor madurez en la derecha. Salieron ganando el orden y la paz, aunque nunca faltan los que no saben perder y fantasean con la violencia política. El desprecio de la democracia lo mismo viene de la derecha que de la izquierda, y se propicia cuando clases sociales enteras son excluidas del proceso político. Antiguamente grupos violentos de izquierda, sin esperanzas de ganar por la vía electoral tomaron el camino del mal, y lo mismo paso con las derechas asustadas por los movimientos sociales cuando apelaban a los golpes de estado o los cuartelazos. Sin lugar a dudas la américa latina esta madurando, y no solo eso, esta dando pasos concretos para llegar a etapas de mayor madurez, y en eso ayuda mucho el respeto de los derechos civiles dentro de los gobiernos que componen el Alba.

Cuba como parte del Alba debe mirar hacia los buenos ejemplos de gobiernos vecinos. Nicaragua y Venezuela, que son los casos más conocidos por cubanos, se convierten en una poderosa influencia, y en un buen ejemplo de que la izquierda puede gobernar con las mayorías. La enorme legitimidad que un partido de izquierda adquiere cuando gana el voto de las mayorías no tiene precio, y eso es posible cuando la democracia es participativa, cuando la gente sale a votar. La derecha por su parte, guiada por una estructura de democracia participativa, donde la gente se involucra activamente, se adapta a esa voluntad y deja a un lado a los partidos de cuadros y los grupos financieros dando mayor importancia a la justicia social, sin perder su naturaleza política, con lo cual ganan todos, ya que la sociedad es algo complejo que debe evolucionar siempre bajo el debate. El inmovilismo dentro de Cuba, que es un derivado directo del dogma marxista debe dejarse a un lado para que surja el debate creativo no esclavo a  esquemas mentales anticuados y prejuiciados.

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