En el futuro, los nuevos ricos en Cuba miran hacia el norte y dan a sus hijos clases privadas de ingles. No hace falta imaginar donde irán de vacaciones y donde gastaran las plusvalÃas de sus negocios si llegan a ser empresarios en un futuro cercano en la isla. Ellos son parte de la nación pero tratan de distanciarse de la clases más humildes mediante sÃmbolos de poder, desarrollando un gusto por el lujo que ofende a sus vecinos. La nueva burguesÃa hará uso de un pasaporte sin control polÃtico, y solicitara visas de turismo para salir y entrar, mostrando en los consulados sus tÃtulos de propiedades y sus cuentas bancarias como prueba segura de su retorno a la isla.
Esta nueva burguesÃa tendrá impuestos, y mas tarde se enojara con el fisco, porque sus contribuciones pagaran parte del gasto social del estado cubano, por tanto deseará un partido que los represente, y soñara con el pluripartidismo (aunque se conforme con el bipartidismo). No sabemos si las reformas polÃticas del gobierno actual lleguen tan lejos, y surjan partidos polÃticos legales de oposición, pero sin lugar a dudas la voz de los nuevos ricos cada vez sera más escuchada dentro y fuera de Cuba. Siempre serán minorÃas, pero para eso existen los partidos de cuadros, patrocinados por grupos financieros. Frente a esos partidos”burgueses” ¿Tiene idea el PCC como contraponer la tendencia anti-patriota de los nuevos ricos sin nacionalismo?
Mucho me gustarÃa ver en Cuba el surgimiento de una burguesÃa nacionalista, pero eso es una utopÃa mayor, porque la historia en nuestra región es otra, y los burgueses en su apasionada admiración por todo lo que sea triunfo, y éxito solo miraran hacia afuera. Quizás no lleguen al colmo del anexionismo, pero creo que SI provocaran una continua fuga de capitales y de energÃa nacional si llegan a imponernos a todos un partido elitista DE RICOS.
Cuba necesita mejorarse bajo una influencia nacionalista que defina las reglas del juego polÃtico bajo una constitución y unas leyes que den valor a la soberanÃa, porque esta crisis mundial no va a terminar pronto. El neo-liberalismo ha fracasado con su proyecto globalista y los cubanos que a veces llegan tarde a la historia corren el riesgo de pasar de un extremo al otro, que en este caso seria del estado paternal socialista, al estado del “salvase quien pueda”.