La realidad multirracial de la cubanidad se puso de manifiesto entre los cubanos que vivieron en Tampa a principio del siglo XX ( Ybor City y West Tampa) cuando contra el segregacionismo norteamericano crearon y trataron de conservar la sociedad “La Unión: Martí-Maceo en 1900. El Ku Klux Klan era muy activo en Tampa por aquellos dias, y desde el Tribunal Supremo Federal, estaba legislado el sistema jurídico de “Separados aunque Iguales” , lo cual era un apartheid supuestamente establecido para beneficio del orden social. Las leyes Jim Crow de la Florida terminaron derrotando el espíritu fraterno y los cubanos se separaron finalmente.
La nación cubana, no solo vive en la ísla de Cuba. Andando por el mundo aprendemos cosas útiles para aplicar a la hora de construir un hogar nacional fraterno. No basta la libertad, y la igualdad jurídica, si se desarrollan tendencias racistas que separen a los cubanos, de manera que seria muy bueno estudiar el pasado y presente cultural que afecta a los cubanos, para atajar a tiempo los males que provocaron en las sociedades anglosajonas la segregación racial.
La identidad cultural de los cubanos posee una gran coherencia ( cosa que no sucede en el area política). Dicha coherencia fue el resultado de un periodo formativo no afectado por el mundo anglosajón, pero pudiera afectarse si bajo influencia extranjera los cubanos se transculturizan. Desde un ritmo musical de moda, hasta una forma de hacer cine, o de utilizar el tiempo libre llegan las influencias de otras culturas que en caso de arrastrar problemas de segregación introducen en la nación cubana el racismo desde otras tierras. No digo que no haya racismo en Cuba, porque si lo hay (de blancos y mulatos hacia negros sobre todo), sino porque la segregación cultural es peor aún, y esa puede llegar de un momento a otro enmascarada bajo una falsa “ayuda”. Me refiero a ese truco de los anglosajones por hacer énfasis en la raíz africana del ciudadano (impusieron el termino “afroamericano) que se desea en el fondo apartar. El guetto puede en ciertas circunstancias ser agradable refugio ante una sociedad que lo margina a uno, pero es pura evasión al problema nacional. El nacionalismo cubano debe cuidar la coherencia cultural de la nación, porque algunos de nuestros vecinos que hablan ingles ( y también en el Caribe) ya tienen una fórmula “dulce” para APARTAR , sin legislar leyes discriminatorias en concreto. Si los cubanos perdemos el orgullo nacional, entonces unos se identificaran como afrocubanos, otros como iberocubanos, los campesinos de origen isleño pondrán su corazón en las islas canarias, y los de origen gallego, catalán, comenzaran a estudiar sus raíces, hasta que la nación se diluya en una niebla disgregante. Yo, por ejemplo por parte padre soy de Castilla y León y por parte madre de Cataluña…y si voy mas y MAS lejos ( época en que Roma gobernaba “Spania” ) saldrá a la luz de que racialmente soy Hebrea y debería regresar al medio oriente donde surgió mi genética 😡 ABSURDO. Me volvería loca. Yo soy de Cuba, esa es mi cultura y a la nación a la cual pertenezco. Hay un limite en cuanto a la genealogía. Al pan pan y al vino vino…si naciste en Cuba, o tus padres son de ahí…es que hasta si simplemente pasaste por ahí y renunciaste a tu anterior herencia y a capricho te hiciste cubanito, pues…te tengo noticias : YA LO ERES ! 😀 Si al isleño lo devuelven para las islas Canarias se va a deprimir, al igual que al Chino, el turco, el polaco, el vasco, etc ! Ya tenemos una cultura hecha en Cuba y esto no contradice ni niega el pasado único de cada ciudadano. Para nada, una cosa no quita la otra.
La nación cubana tiene importantes retos para mejorarse sin perder lo logrado. La segregación es casi ajena (aunque no el racismo) en parte porque hay mucho mestizaje entre cubanos, pero también por la unidad cultural de su pueblo. OJO con la transculturización.
NOTA : Esta es una foto tirada en el 98′ junto a una de mis mejores amiguitas en la primaria, Gladstina, antes de irnos a Orlando como parte de un viaje donde visitamos numerosas galerías de arte en el sur de la Florida. Recuerdo como una vez ella llevo a la escuela una muñeca y no las pasábamos a escondidas durante todo el día dentro de nuestros bultos.