La mayorÃa de los cubanos en el sur de la Florida no son ricos, pero son bastantes los que sueñan con serlo, y no podrÃa ser de otra manera debido al entorno competitivo y materialista de nuestra sociedad de mercado. Desde los anuncios comerciales en la televisión privada, hasta los grandes letreros en el expressway anunciando la posibilidad REAL de hacerte millonario arriesgando un solo dólar en la LoterÃa estatal, el ambiente refleja la polÃtica del sistema de estimulo a la codicia como condición a su funcionalidad. Uno de los rasgos asombrosos de este capitalismo es como se presenta a la ciudadanÃa por medios privados y públicos como el mas natural de los sistemas sociales, basado supuestamente en la libertad individual institucionalizada y protegida por el brazo fuerte de la ley. No deben ser pocos lo que imaginan que nuestro modelo esta por encima de las ideologÃas, y al final de la historia del desarrollo social o sea el producto final del famoso caminito evolutivo. Eso explica porque existe tanto prejuicio contra los medios alternativos, o las voces que no coinciden con la filosofÃa del sistema.
Las escuelas publicas (elemento completamente artificial dentro de un modelo que se anuncia como natural), inculca desde la mas tierna edad un valor exagerado al dinero, descuidando otros valores importantes para la familia y la sociedad en general. Te enseñan a contar no con naranjas o tomates sino DINERO, monedas y billetes. No estoy proponiendo trueque primitivo de peces y naranjas, sino que me preocupa que el primer valor en la educación sea puramente mercantil. Créanme que a esa edad son las pequeñas cosas que forman un caracter.
Cuando el mundo socialista del este desmanteló sus democracias populares, los capitales de europa occidental en alianza con polÃticos neoliberales de aquellas naciones, privatizaron todo lo publico en esos paÃses, y los nuevos estados empezaron a tener un interés bastante marcado en la producción de riquezas, y no en el reparto justo entre ciudadanos. Junto con las privatizaciones por supuesto que llega el desempleo y los vicios propios del riesgo individual, florecieron los casinos y las loterÃas, sobre todo porque el juego cada vez más atrapa a los que pierden la fe en empresas mas razonables, y esa es una de las magias del capitalismo neoliberal : mantener vivas las ilusiones materiales, y esconder la parte más fea del sistema que es el riezgo. Con sangre, sudor y lágrimas, esas economÃas lograr crear riquezas que se usan como argumentos visibles de progreso, pero que siempre son el lucro de minorÃas a expensas de la desgracia general.
Volviendo a los cubanos en Miami, pienso en esa visión de: gobierno pequeño, bajos impuestos y mercado libre de controles, afecta el juicio de una comunidad, que no es opulenta en su mayorÃa, y que más bien deberÃa identificarse, no tanto con la “igualdad de oportunidades” que anuncian los ricos y sus medios de propaganda, sino más bien con la verdadera igualdad basado en un cierto reparto de la riqueza que se produce a costa del aporte general; porque ningún exitoso negocio puede prosperar en el medio de una jungla, y todos de forma directa o indirecta ayudamos con nuestros impuestos, con nuestras compras, y con nuestro trabajo al lucro de las grandes empresas que contaminan el ambiente, dañan la salud y hasta propician los conflictos con otras naciones, pasando los costos SIEMPRE, al resto de la sociedad.
Cuando una empresa privada contamina por ejemplo, una playa, o unos pantanos de área protegida, y mas tarde viene el gobierno local y con el dinero de los contribuyentes comienza a limpiar el lugar o reparar los daños, se produce una privatización de los beneficios junto a una colectivización de los costos ( o gastos ), lo cual demuestra un tipo de intervención estatal no socialista y distanciada del bienestar general. Cuando se construye un gran estadio con nuestros impuestos y deudas con la excusa de crear empleos, y viene una empresa privada con deportistas profesionales a lucrar de una inversión pública, estamos ante un ESTAFA legal basada en un modelo que nos manipula con el cuento de la economÃa sin controles, pero ¿como es posible que un par de pillos millonarios engañen a toda la ciudadanÃa? pues a través de la radio, la prensa y la televisión privada que nos bombardean con una visión distorsionada de lo que es una verdadera democracia, y no esperemos que los gobiernos nos defiendan de esa gran estafa, porque ellos mismos están infestados de esa filosofÃa materialista que justifica la supervivencia del más capaz, y el derecho del más fuerte (el más rico) siempre dentro del marco del individualismo cultural, porque después de todo, si se descuidan, las mayorÃas pueden abrir los ojos y ; descubrir el poder del voto y de la democracia participativa.