Andas conduciendo por una calle cualquiera de los Estados Unidos, y oyes ese aullido tÃpico de la policÃa detrás de ti, ya tu corazon esta latiendo a millon y en segundos revisas mentalmente la situacion pues algo malo habras hecho. TU eres el culpable. Detienes el auto porque debes respetar la ley, y al poco rato, sin salir del auto, ves al policÃa como se acerca lentamente con una de sus manos sobre el revolver por si tiene que dispararte parte de sus mortales proyectiles. Es parte de la rutina policiaca cada vez que se detecta una infracción del trafico, pero si haces algún movimiento sospechoso, si te enojas con facilidad, o si simplemente te agachas para recoger algo, puedes morir en la escena, porque estás en un paÃs lleno de violencia. No culpo a la policÃa, porque ellos corren también mucho peligro al acercarse a los ciudadanos, culpo a unas grandes empresas que acumulan fortunas colosales vendiendo armas de todo tipo justificándose tras ciertos derechos constitucionales.
Con aproximadamente 200 millones de armas de fuego en manos privadas la violencia está garantizada, de manera que no es extraño que cada dÃa mueran más de 80 personas por causa de las armas de fuego (según la organización Brady Campaign to Prevent Gun Violence). Todas estas herramientas para matar inundan el mercado porque a pesar del enorme poder policiaco de la nación norteamericana la gente no se siente segura, y no se siente segura porque a pesar de ser este el paÃs más rico del planeta una cultura de codicia y de competencia desenfrenada en todos los niveles impide la necesaria fraternidad para que funcionen los mecanismos naturales de la solidaridad y confianza entre los ciudadanos. Vivimos en una sociedad enferma, y es un tabú decirlo. Shhh.
NOTA: la inspiracion de este post no fue ningun encuentro reciente con la ley. 🙂 De hecho, aunque llevo años manejando aun no he sido ni parada ni he tenido ningun accidente. No por nada especial, claro, es que me gusta andar lenta 😎