Los sueños de la razón producen monstruos– Francisco de Goya
Un tal Rafael Rojas anda por ahà diciendo que los cubanos debemos olvidarnos de José Martà haciéndose eco de las agendas contra el patriotismo cubano que desarrollan todos esos intelectuales que lucen sus “talentos” a ver si por casualidad alguna agencia de inteligencia occidental les alquila el alma, optando por el camino de la traición al estilo socialdemocrata.
Fue lo mismo que cuando los intelectuales soviéticos quisieron imitar el socialismo escandinavo avergonzados de su propio socialismo. La socialdemocracia como modelo polÃtico, y el posmodernismo como “filosofÃa” son herramientas ajenas que harÃan muchÃsimo daño a Cuba.
El posmodernismo es para mi una teorÃa seudo filosófica, porque mas alla del relativismo moral, la confusión de ideas, y el intento de hacer que la gente duden de su propio sentido común, es favorable a la idiotez intelectual. Las personas se complican la vida dentro de su propio pensamiento sin encontrar salidas a los asuntos mas simples. Por supuesto que para los posmodernistas el amor patrio es algo cursi e inmaduro, y por eso es tan útil a los que odian el natural nacionalismo de la mayorÃa de los cubanos. No lo digo por admiracion a la brutalidad, ¡ lejos este de mi! sino por mi enorme admiracion al sentido comun.
Félix Varela, José Antonio Saco, José de la luz y Caballero, José Martà y Enrique José Varona son nuestros, y no podemos esconderlos en el fondo de la gaveta. El nacionalismo es un tabú para algunas almas arrogantes y no van a cambiar porque les gusta lo que hacen. Aparentan ser muy de izquierdas, mientras se conducen directo a la derecha. No creo en los socialdemocratas cubanos porque les veo acobardados ante el desafio de defender lo suyo. Se que desprecian a la vieja derecha de la calle ocho en Miami, que hablan de vÃas pacÃficas, y que adoran los debates filosóficos, pero los siento muy lejos del pueblo cubano, y demasiado cerca de los falsos filósofos que enajenan a los pueblos.
Nota: Estos simpaticos monitos fueron publicados por la revista sovietica Sputnik en 1983, simulando en el vestir y compartamiento a los humanos. ¡ QUE CHULOS !