¿Que le paso a la Unión Sovietica?

By Yadira Escobar on

Mucha gente cree que la caída de la Unión Soviética se debió a que el pueblo bajo las reformas de Mijaíl Gorbachov abrazo al capitalismo, que por fin eran libres ya de una dictadura totalitaria que los mataba de hambre. En realidad las cosas no son tan sencillas, pero para mi hay elementos muy simples que desencadenan la caída de naipes de casas bien construidas, y esos elementos simples fueron usados por las democracias capitalistas para subvertir al estado y finalmente destruir ese imperio que amenazaba con llegar al mediterráneo (la peor pesadilla de occidente). ¡Ah, la amenaza roja!

Nunca se sabrá cuanto dinero se gastaron los servicios secretos occidentales en pervertir a los intelectuales socialistas, pero el caso es que la cosa comenzó por ahí. Cierta ingenuidad del alma rusa hizo que desde Moscú surgieran miles de proyectos culturales con el objetivo pacifista de frenar el armamentismo de la OTAN; movilizando la opinión publica en occidente con dichos proyectos, confiados a las cabezas mas ilustres de las Universidades soviéticas, y de esos proyectos salio la idea de imitar, y como el que imita fracasa, ya saben el resto; glasnot, perestroika, capitalismo suave, capitalismo salvaje junto al hambre y el frio de los 90.

Los intelectuales mas despistados creían firmemente que toda la Unión Soviética podía vivir al estilo escandinavo; con los beneficios de la sociedad del consumo, y al mismo tiempo protegidos por la socialdemocracia, olvidando de manera persistente que la socialdemocracia del pleno empleo y de los servicios públicos no puede existir sin el apoyo de los grandes bancos y las cabezas de tantas multinacionales que radican en los países nórdicos.

En los 80 un programador informático ruso (Alekséi Pázhitnov), trabajabando para unas instalaciones de su gobierno, vendió por una bagatela el vídeo-juego “Tetris”, que rápidamente se vendió en Europa y Estados Unidos sin que muchos supieran que era una creación del campo socialista. Detrás de la famosa”cortina de hierro” se producía no para el consumo, de manera que se descuido mucho la estética propia de las sociedades comerciales, pero un bombillo, un televisor o un motor eléctrico cualquiera podían ser útiles por mucho tiempo, sin sufrir sus poblaciones la caducidad artificial y programada por las empresas privadas en el mercado occidental. Era un mundo imperfecto, que buscaba la perfección del ser humano a través de la concienciación, y no del egoísmo individualista ni la competividad feroz, de manera que no desarrollaron la destreza ideológica necesaria para resistir la avalancha de propaganda cultural que pintaba a occidente de manera maravillosa al ritmo de bandas musicales, estilos artísticos novedosos y propaganda liberal.

Con la caída del socialismo real , el socialismo utópico del lado de acá, se quedo por largo tiempo muy desmoralizado pero hoy ante la ruidosa caída de la economía capitalista mundial, ante el desastre ecológico y demográfico, vuelve el socialismo a ser no ya una opción romántica, sino una cada vez mas necesaria manera de ver la vida ante el desastre que nos rodea, y no estamos hablando de un socialismo estalinista y enfrascado en una guerra contra la pequeña empresa privada, sino superior y acorde a la nueva civilización que debemos crear pronto para no levantarnos un día ante un planeta seco de petróleo, sediento de agua potable, y lleno de autopistas inútiles, repletas de autos sin gasolina, donde sea imposible encontrar una forma de vida mínimamente decente.

 

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