Mario Diaz Balart a la cabeza de todo el odio institucionalizado por la ultra-derecha cubanamericana vuelve toda su astucia contra los viajes a Cuba otra vez. La insistencia a dividir la nación cubana parece ser uno de los puntos primordiales de aquellos que ni aman a Cuba ni a los Estados Unidos, porque en definitiva toda esa polÃtica de aislar a Cuba solo ha logrado distanciarla de los Estados Unidos, y tras de Cuba se está yendo casi toda la américa latina cansada ya del viejo imperialismo.
Desde el siglo pasado hay quienes arrastran la arcaica idea de que el estado cubano puede derrumbarse desde posiciones de fuerza y bloqueo. Asi como caÃan las antiguas ciudades estados, sitiadas por el enemigo piensan estos profesionales de la polÃtica rendir a los cubanos privandoles de los beneficios de llevarse bien con un vecino tan poderoso, pero lo único que hacen es aislar a la comunidad cubana emigrada, levantar la moral de esa “Ãsla rebelde” y dejar a los Estados Unidos fuera de la nueva etapa de desarrollo que esta experimentando la américa latina, cada vez mas distanciada e independiente.
Los reaccionarios, que desean con todo su corazón regresar al pasado batistiano solo están logrando la decadencia de los pocos valores que valÃan la pena dentro de la derecha cubanamericana, y cada vez más las nuevas generaciones de cubanos emigrados le darán la espalda a sus polÃticas trasnochadas y deshumanizadas, porque para el cubano normal, la familia es lo primero.
Yo nacà en Cuba, y ningun Balart, Lehtinen, u otro congresista dictatorial puede interponerse en mi legÃtimo y natural derecho de viajar a mi pais de origen cuantas veces me de la REAL GANA.
NOTA: La foto fue tirada por mi hermano Aaron, en la calle ocho.