Desde niña me impresionó mucho la historia de Moisés y todo el pueblo hebreo caminando por el fondo del mar entre paredes de agua. Creo en lo milagros, y me gusta ser irracional en las cosas del corazón por eso espero siempre por ese dÃa maravilloso en que las aguas que separan a la Florida de Cuba no sean un obstáculo aprovechado por el odio y el rencor.
Hoy llegó Diana Nyad nadando desde Cuba. Todos los vientos y corrientes marinas fueron favorables y ocurrió una especie de milagro. Cuba hoy parece menos lejos. IncreÃblemente hay cubanos atrapados por una extraña crispación hacia todo lo que una a ambas orillas, y en las redes sociales ya algunos hablan mal de esta nadadora. Un poquito mas y es una “”castrista” para los que prefieren el mar inmenso como obstáculo, y el inmovilismo como bandera. Admiro todo ese esfuerzo de Nyad y le agradezco ese buen ejemplo para tanta gente de su edad y mayor aún. ¡cosa muy buena es la esperanza!
Nota: Está soy yo en Miami Beach cuando niña con el inmenso mar a mis espaldas.