Hace solo unos dias anduve por la zona rural del norte de Camagüey, aún mis ropas siguen teñidas de color naranja por el polvo rojo. He visto de cerca al campesino cubano, y no solo al que trabaja en cooperativas y vive en edificios con electricidad y aparatos electrodomésticos, sino al que vive aislado y en grupos familiares trabajando dÃa a dÃa la tierra de la que se alimenta, y de la cual extrae también el fruto que vende en las ciudades.
En la ciudad de Camagüey, muchÃsimas personas mayores y enfermas reciben un litro de leche tres veces por semana a 25 centavos cubanos, osea, un centavo americano por litro. Los enfermos diabéticos, y los recién  operados, dos libras de carne de res de buena calidad al mes ( también a precios subsidiados), y las personas con alto colesterol reciben tambien coutas de pescado a precios muy bajos. Los huevos los vende el estado de forma general a 33 pesos la caja de 30 huevos, oséa un dólar y pico por 30 huevos, cosa imposible de encontrar en el mercado capitalista. Aún asà el cubano promedio destina casi todo su presupuesto a los alimentos, pues no tiene que separar dinero para pagar por un techo. La mayorÃa de los cubanos son propietarios de sus viviendas, es evidente que comparar la situación económica del cubano con el resto de los pueblos de américa es imposible por las enormes diferencias en los patrones comparativos
En los campos de Cuba es usual encontrar un campesino que no tenga automóvil y se traslade en carretas tiradas por caballos, al mismo tiempo que su hijo estudia en la Universidad, y el abuelo que vive en un bohÃo rústico, tiene un marcapasos y unas visitas al cardiólogo por las cuales no paga un centavo. La productividad de esos campos depende no como en el capitalismo rural de una presiones enormes por pagar el alquiler de las tierras, o por pagar las cuentas médicas. Sino del ánimo de lucro que mueva al trabajador agrÃcola más allá de su propia subsistencia.
Uno de los graves peligros económicos para la soberanÃa alimentaria de Cuba, es que el campesino se limite a sobrevivir con sus malangas del patio, y con sus lechones baratos, porque la ciudad necesita de mayor productividad de parte de el, para abastecer los mercados. Ahora mismo una libra de plátano cuesta un peso cubano, que es poco comparado con un plátano en centroamerica, o en la Florida, pero en Cuba los salarios no son en moneda fuerte, por causa de los muchos subsidios y pensiones. Todo el que sepa de economÃa sabe por ejemplo que las monedas fuertes se nutren de toda la sangre, sudor y lágrimas que cuesta ganarlas, y que en Cuba es imposible que con ese volumen enorme de jubilados la moneda distribuida a partes tan iguales alcance la fuerza de las monedas duras del capitalismo salvaje.
No debe ser fácil en un paÃs donde muchos jóvenes estudian, o emigran por razones económicas, sostener a tantas personas mayores. Cada cubano recibe diariamente una porción de pan de trigo por 5 centavos cubanos, que llevado al dolar, es prácticamente un pan gratis, y en general cada cubano consume por aquà y por allá bastante calorÃas diariamente.
El numero de kilo/calorÃas diarias del cubano es de 3300 según la FAO Food Balance Sheets, lo cual quiere decir que el cubano como promedio consume mas calorÃas diarias que el español, el holandés, el finlandés o el australiano, y este dato da mucho que pensar, porque la percepción que existe es de que en Cuba hay medicina y educación gratis, pero que la comida es escasa, asà que deberÃamos estudiar la relación propaganda-realidad en el caso del alimento en la Ãsla. Las Naciones Unidas (Food and Agriculture Organization of the United Nations) nos dicen que las calorias diariamente necesarias son de 1800 Kilo/calorÃas, de manera que el cubano promedio tiene que cuidarse de la obesidad, y la mejor manera es consumiendo vegetales frescos. Si el campesino cubano, sobre todo el que trabaja en cooperativas consigue créditos para aumentar la productividad, y sobre todo para llevar al mercado urbano sus productos (sin los encarecedores intermediarios) esta alta norma vegetariana podrá ser alcanzada a menor costo para beneficio de la Cuba rural y urbana.