Una cucaracha gigante que escala por la pared es lo más parecido a esos sujetos degenerados que escalaron en Cuba, y desde posiciones de poder disfrutaron de los beneficios del socialismo antes del “periodo especial”, para hacer lo mismo ahora en los Estados Unidos insertados en la polÃtica exterior contra su paÃs de origen. Disfrutan de los beneficios de la guerra sucia contra Cuba sin ningún escrúpulo moral. Si los miras con sus corbatas caras y sus ojos codiciosos hablando de los derechos humanos o de cosas del mercado, quizás no logres descubrir la cucaracha moral que habita en ellos. Son los especialistas en el tema de Cuba. Son las estrellas del momento. Andan con una declaración de los Derechos Humanos bajo el brazo buscándole defectos al sol, y por supuesto que encontraran las famosas manchas, porque para eso le pagan. Gente mala y sinvergüenza que no tiene ningun interes real en los derechos del hombre, pero que es muy persistente porque viven de eso ahora. No siempre vivieron de la misma manera, antes eran apasionados apologistas del marxismo en la isla. Me imagino que mentian, y que en el fondo solo aprovechaban una etapa de la metamorfosis polÃtica del oportunista.
Dicen que las cucarachas sobreviven en condiciones muy variables, incluso en medio de desastres nucleares, y es mi opinión que de similar manera sobreviven estos sujetos sin principios estables y listos para aprovechar las variaciones del mundo de la politica. Puede que alguien sano de mente diga que estas personas simplemente cambiaron al descubrir los defectos del sistema que ayudaron a crear, pero según mis cáculos, no hay manera de que ese cambio de ideologia se produjese precisamente cuando Cuba enfrentó dificultades económicas. Todo parece indicar que es pura traición oportunista basada en cálculos de tipo materialista. ¿Alguien puede cambiar tanto de ideologia sin estar en la pubertad?El egoÃsmo, el individualismo y la picaresca española se mezclan en estos personajes que quieren triunfar a toda costa. Cuando vivÃan en Cuba jamas trabajaron junto a los obreros o campesinos, pero ahora fingen un gran compasión por el cubano de a pie, y siempre hablan de la sociedad civil en la isla. Formaban parte de la sociedad polÃtica en Cuba hasta que se derrumbo el muro de BerlÃn. Cambiar de bando para ellos no es difÃcil, porque de verdad nunca se afincan demasiado en las ideologÃas. Son viejos funcionarios y burócratas amorales , con cierto desgano espiritual a la hora de defender ideas, por eso no tienen un discurso auténtico y repiten como cotorras lo que la vieja derecha ya decÃa en Miami en los dÃas que ellos hablaban bien del Ché Guevara en la Habana.
Ahora hablan en la televisión e imparten clases en las universidades del capitalismo, ya se olvidaron del marxismo oportunista, de la burguesÃa solapada vivida a costa de los trabajadores en medio de una revolución donde los más pillos lograron escalar y abusar. Eran el viejo hombre burgués que se cambio de camisa y se hizo comunista en los 60, para luego volver sus ojos al capital en los 90. Mientras vivieron en Cuba, jamás doblaron el lomo, ni se movÃan en el transporte público, ni hacÃan cola para comprar pescado. Eran una élite parásita que engordaba a la sombra de un socialismo próspero. Eran funcionarios, artistas, académicos “muy revolucionarios” y le salÃan al paso a cualquier infeliz que por ingenuidad les diera la oportunidad de un discurso panfletario e hipócrita. Esos son los que ahora en Miami nos dan lecciones de anticomunismo ¡que miserables!.
Como son hipócritas e inmorales, no se puede debatir con ellos, porque no buscan con sinceridad la verdad, y tratan de ganar cualquier discución demostrando ser mas anticomunistas que nadie. Son un peligro para la Cuba futura, porque no son nacionalistas, y andan con sus antenas de cucaracha buscando cualquier oportunidad de ganar ventajas, y esas ventajas a menudo las ofrecen lo enemigos de los pueblos, que poseen gigantescas fortunas economicas para comprar traidores.