Si caminas bajo el sol de Miami, la ciudad te parecerá infinita y a pie demorarias dÃas en cruzarla…quizás ni lo logres. Kilómetros y kilómetros de buen asfalto con casitas de malas paredes de cartón (drywall). Lo más repetido son los clonados mini- malls, que a pesar de toda recesion siguen constuyendolos no se con que entusiasmo. Se me olvidan las gasolineras que mientras más cerca esten del downtown más asaltos sufren, a pesar de las toneladas de hierro fortificando sus ventanas.
La nube invisible que atormenta la ciudad es la urgencia por conseguir dinero y por lo tanto el pueblo sigue muy ocupado en buscarse la vida, por cierto, es cada vez más cara.
La gente no camina mucho en el Gran Miami, y cuando sale a pasear deben llevar dinero, porque se pasea en medio de un mercado inmenso que no goza de muchos espacios públicos gratis. El Herald podrá de vez en cuando anunciar supuestos entretenimientos gratuitos pero esos son solo anuncios en la web, la realidad es que el pueblo sabe que sin dinero no hay diversión.
No tenemos esos paseos con árboles, sino bulevares con tiendecitas que te quieren vender. No tenemos casas de cultura donde elevar nuestra humanidad, sino ferias y mercados donde los hijos del proletariado aprenden las reglas del mercado. Las cositas raras, los detalles discordantes que aparentemente benefician a los más pobres como alguna beca universitaria quizás logren confundir al critico social. Pero os ruego no quedéis atrapados por esos espejismos, aunque de vez en cuando produzcan casos aislados de éxito.
Esas excepciones son las cerezas escarlatas que públicamente se colocan sobre algo que no es helado.
Personalmente creo que cada vez irán desapareciendo los rasgos de keynesianismo que quedan . Si te acercas al downtown caminando, sentirás un poquito de miedo al pasar por esos callejones solitarios llenos de graffitis, de paredes largas sin puertas ni ventanas, de edificios feos y solitarios. Los clásicos desamparados y un joven de mirada perdida por los efectos de la heroÃna barata que le vendieron en el colegio. Es el “otro Miami” el que no sale en TV, porque los reportajes de Cuba y Venezuela lo llenan todo.
Ocasionalmente se ven los medios obligados a entre dientes mencionar algo del problema para mantener al publico enganchado, pero su natural instinto termina sacándolos del radar de las noticias. A nadie le gusta ver cosas feas o tristes, y quizás por eso he visto parejas felices tirandose fotos de espaldas a esa zona, tratando de que se retrate solo el rascacielo bonito y el gracioso trencito entre bancos y hoteles.
Un dÃa estando frente a la bahÃa con mi familia y disfrutando de la bella vista, vi a un señor de unos 50 años, afroamericano que bailaba frente a nosotros de manera extraña. A su espalda navegaban enormes yates de lujo, mientras el bailaba impulsado por un alcohol medicinal que en la farmacia se consigue para limpiar heridas, y que es muy tóxico. Me fije en la etiqueta. Pensé en que ese señor, que todos los bien vestidos ignoraban, tuvo una madre. Seguro que fue a la escuela y aprendió a ponerse la mano en el pecho frente a la bandera norteamericana, y quizás hasta tuvo sus sueños y aspiro a la felicidad como todos nosotros. Que les puedo decir, se que la vida esta llena de casos y problemas tristes, y que todos los polÃticos del mundo quizás no puedan encontrar solución, pero lo más grave no es el problema social. Cuando se oculta algo, cuando se mira hacia otro lado o cuando el cine y la Televisión nos pintan un paraÃso donde simplemente hay una ciudad.
La policÃa en Miami persigue el crimen a la luz publica y por todas partes es visible el temor que inspiran. Creo que muchos sin cometer delito alguno se atemorizan con solo ver el uniforme que cuida el orden y la propiedad. No soy ingenua, se que hace falta el policÃa. No solo la fuerza, sino la violencia debe ser monopolio del estado, pues el caos seria generalizado sin ellos, pero siento que la policÃa se guia mucho por prejuicios a la hora de cuidar el orden cÃvico.
Para nadie es un secreto que la policÃa con solo ver un auto barato le entra deseos de poner la multa. Con solo ver un negro o mulato, cree que hay que vigilarles mejor. Si eres negro, pobre y desamparado, puedo asegurar que tu vida corre peligro en un mundo que solo valora la victoria del más fuerte. No quiero decir que vivo en una jungla de asfalto como se le decÃa en los 80.
He visto con mis propios ojos una mujer embarazada recién expulsada del apartamento que no pudo pagar, y su mirada perdida no podre olvidar aunque me digan que la economÃa está recuperándose.¿ No será que a la economÃa le va bien porque a nosotros nos va mal? Se más o menos como funciona el mercado loco y cuantas lágrimas al dÃa cuesta este modelo que engaña a los que sueñan con el. Se de familias que se acuestan sin comer a pesar de las buenas noticias financieras que en la noche nos dará es señor de sonrisa blanqueada en la televisión privada. Por eso creo mucho en el periodismo alternativo, ese que está libre de las empresas de lucro y que pone su atención en los asuntos sociales…o sea en nosotros mismos.
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