Según su constitución, Cuba es un paÃs socialista y la libertad de expresión tiene sus limites, al igual que en todos los paÃses del mundo. No es civilizado que cada cual haga lo que le de la gana, pero como Cuba vive al lado del paÃs mas rico del planeta, y no tiene relaciones diplomáticas con vecino tan poderoso a menudo la libertad de expresión de los descontentos en la isla degenera en pura anglofilia. A la vez muy parecida a la germanofilia que sufrÃan algunos españoles por un complejo de inferioridad a principios de la Segunda Guerra Mundial. Es el tÃpico opositor que esta atento a todas las señales externas del sistema polÃtico norteamericano sin mirar mas allá de lo que el sabe que es polÃtica exterior estadounidense. Seria muy saludable que se mirara mas bien hacia las normas que regulan el orden interior en las ciudades y campos de esta federación, para comprobar si realmente los beneficios para Cuba serian reales. ¿Entendieron ya bien la idea, verdad?
Cada ciudad, cada condado, y cada estado regula la publicidad en las calles. No puedes venir y poner un letrero, porque quieres anunciar algo. Las multas pueden llegar a desanimar cierto tipo de expresión. La policÃa es capaz de ser muy severa, incluso hay jóvenes que han muerto a causa de las respuestas policÃacas, ha veces tan sólo por un graffiti. La expresión cuesta dinero cada vez que se sujeta a regulaciones, y es a través del costo como se produce un filtro que deja fuera todo exceso. Las vallas cuestan dinero, los permisos tienen muchas especificaciones, y si escribes un letrero en una pared pública, serás arrestado por ello. Por esas prácticas nadie dice que estamos en un sistema totalitario que reprime la libre expresión del pensamiento.
Si aplicáramos esta norma en Cuba, algunos opositores tendrÃan que dejar de escribir en paredes letreros en contra del gobierno, pero también tendrÃan los simpatizantes del gobierno que sujetarse a la misma norma, para que sean los civiles iguales ante la ley. Yo se que durante los primeros años de la Revolución, producto del fervor colectivo se aceptaban todo tipo de letreros de la nueva ideologÃa revolucionaria, desde los clásicos “(Fidel, ésta es tu casa)” hasta los “Patria o Muerte”. El tiempo ha pasado, y como la vida es cambio, renovación y evolución…personalmente creo que ya ha pasado la era de escribir consignas en las paredes. Son caracterÃsticas expresivas que ilustraban antes el espÃritu nacional de improvisación. Las frases y oraciones de motivación creo no logran ningún propósito actualmente, de hecho se sabe que por el peso de la cotidianidad nadie los lee después de una semana, más o menos pues la vista recuerda el mensaje. Aparte, no es digno que ninguna bonita frase que celebre la patria, se encuentre en callejones, despintándose en muros frente al mar o frente a baños.