Hace un tiempo leyendo una página del Herald, noté que una de las periodistas se refería a mi persona pero evitaba decir mi nombre. Se notaba el esfuerzo por evadir e ignorar la fuente al comentar sobre una entrevista en vídeo que hice al pensador cubano Julio César Guanche.
Lo profesional en el periodismo, cuando se aprovecha una fuente de información es mencionar dicha fuente, pero eso es mucho pedir en el sur de la Florida. Miami es un lugar difícil para la libertad de prensa, y no porque exista un problema de represión abierta hacia los periodistas independientes. Contra toda manifestación de pensamiento alternativo, se aplica el tratamiento de silencio. Muy similar a lo que pasa en Kindergarten, que hay niños que optan por no hablar con los otros niños.
La nueva revista RÉPLICA sabe de que fenómeno hablo. Nuestra comunidad necesita información, y de ambos lados. En Miami circula ahora una revista impresa, esto debe ser noticia, pero parece que para la prensa oficial no lo es ( como el Herald), es más importante el vestido de Gala de Eva Longoria al parecer.
La publicación llevaba mucho tiempo suspendida, desde los años 90, pero ha vuelo a resucitar en la misma ciudad donde antiguamente sufrieron tantos ataques terroristas. Aunque antes era una revista que cubría hasta la farándula, recibieron bombas de parte de los extremistas. SÍ eran leídos a pesar de toda controversia. Hasta un familiar mío en aquella época se anunció en la revista. Como él sabía que tenían buen alcance en la zona , pagó un espacio para atraer clientes a su pequeño negocio y aún guarda algunas ediciones antiguas de dicha publicidad.
“La Nueva Réplica” se levanta en un Miami distinto al otro donde las acciones terroristas contra la libertad de expresión eran continuas. La “vieja réplica” era atacada porque promovía un ambiente distinto y se temía que ejerciera una gran influencia sobre la cultura de la comunidad.
Ha pasado el tiempo y hoy en día se respeta un poco más (un poquito) la opinión ajena. Hay aún obstáculos en Miami a la libertad de expresión, y por lo tanto es bueno para las nuevas generaciones de cubanos, criados aquí o allá, que circule este tipo de material. Aunque los corresponsales o los tópicos sean muy polémicos y contrarios a la corriente miamense, es una voz equilibrante. Después de todo, no me pueden negar que algo de curiosidad despierta en los lectores, una revista rebelde y alternativa.
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