Estados Unidos es el paÃs con más arrestos percapita en el planeta. Gracias a la cada vez mayor privatización de centros penales, ha sucedido algo muy peligroso, y es que grupos privados ganan más dinero mientras más ciudadanos vayan a prisión.
Un mito urbano se propaga con rapidez entre los ciudadanos más vulnerables. Es una aterradora pesadilla reflejada en miles de vÃdeos y teorÃas conspirativas que nos presentan un futuro estado policiaco en Estados Unidos. ¿Existe alguna relación con hechos reales en estos mitos urbanos? Pues muy poca creo yo en la vida social, pero más probable en la inmensa población penal del paÃs.
UNICOR por ejemplo, es una empresa estatal que paga hasta 23 centavos a la hora y según los reportes obtiene naturalmente la preferencia cuando alguna agencia gubernamental necesita servicios o producción de por ejemplo, uniformes militares. Sin embargo, Unicor ni contribuye al fisco ni se desgasta en vacaciones o seguros de medicina para sus empleados, los presos, por obvias razones. Para colmo, aunque produce desde muebles hasta electrónicos, Unicor se sostiene en parte con dinero federal, y por lo tanto es una competencia desigual frente al sector privado.
Debo mencionar que cada preso esta obligado a trabajar (a no se que sea un caso especial),o para Unicor o el sector privado. Si hay deudas pendiente el 50% de su salario sera usado para pagar esas deudas, pero si el salario máximo es $1.15 a la hora, voy a pensar que deben haber unos cuantos deseando que mas de nosotros estemos detrás de las rejas para mejor “sacarnos la lasca”.
Para comenzar quiero señalar que la violencia policial de Estados Unidos ya llamó la atención de las Naciones Unidas, y se hablo sobre el tema en una reunión en marzo de 2014 en Ginebra, Suiza. El Comité de Derechos Humanos de la ONU determinó que Estados Unidos incurrió en 25 violaciones de la Convención Internacional de Derechos Civiles y PolÃticos como discriminación racial, criminalización de los sin techo y violencia contra ciudadanos.
Un estado policiaco no es precisamente un escenario de policÃas brutales haciendo arrestos masivos y aterrorizando a la sociedad civil. Es ante todo la militarización de esa guardia civil que en principio hace falta para mantener el orden social. DirÃamos que el policÃa en si no es el “”malo de la pelÃcula”, sino un agente del orden que si falla, será juzgado igual que otro civil en una corte no militar. Ese policÃa que representa la ley, jamás va a ser parte de un estado policiaco, si antes no se militariza, y esto solo sucede si la elite polÃtica ve en peligro el orden social y sus privilegios por causa de demandas de la sociedad civil en tiempos de crisis.
El estado de derecho en tiempos de vacas flacas puede sufrir una transformación que corte el vinculo entre los votantes y sus representantes polÃticos por causa de las demandas populares por un más justo reparto de la renta. Si la clase polÃtica, que depende financieramente de grupos económicos, extiende sus tentáculos hacia el poder judicial, la división de poderes se convierte en letra muerta, y no habrá freno para la militarización de los cuerpos policÃacos, es decir esa pesadilla fascista puede hacerse realidad si las condiciones económicas continúan distanciando a los ricos ciudadanos de los más pobres.