Gracias a una muy baja participación del pueblo votante, ganó Rick Scott la gobernación de la Florida. El margen fue bastante estrecho entre los votos, tanto que teniendo en cuenta que la popularidad de Charlie Crist era mayor que la de Rick Scott podemos asegurar que simplemente hubiera ganado Crist si todos hubiesen salido a votar.
La votación ayer se produjo un dia de semana y el pueblo trabajador donde abunda el voto demócrata tuvo sin dudas muchas dificultades para votar. Sin hablar del tradicional desgano apático de los demócratas en las elecciones de medio termino (midterm elections). En Miami-Dade, el porcentaje de votantes ayer en las urnas fue el más bajo de todos los condados en el estado. De 1,300,465 ciudadanos aptos para votar, solo votaron 528,956. Estamos hablando de solo un 40% de participación.
El Palmetto Expressway ayer estuvo cerrado un poco al norte de Okeechobee Road con carriles al sur bloqueados por un accidente grave. A las 5:30 pm, las cámaras del canal 7 captaron a un helicóptero de rescate en dicha carretera. A las 6:00 se se desbloqueo el tráfico, pero todos los que vivimos aquà sabemos como se pone el Palmeto después que acaba la jornada laboral. Muchos votantes atrapados en el trafico al salir de sus trabajos tendrÃan muy poco margen de tiempo para votar antes de la 7 de la noche.
Los organizadores de la campaña de Crist enviaron un comunicado de prensa poco antes de las 7 de la noche anunciando que habÃan presentado una orden judicial de emergencia para ampliar el horario de votación hasta las 9 pm. La campaña argumentó que se necesitaba más tiempo para compensar por las “fallas individuales y sistémicas”, incluyendo un centro de votación que se fue fuera de lÃnea durante más de 90 minutos, pero el pedido fue rechazado.
Es bastante desalentador saber que tantos trabajadores no verán una subida en el mÃnimo salarial, y que el sur de la Florida seguirá bajo la bota de la alianza entre los muy ricos y los polÃticos corruptos. La clase media seguirá hundiéndose y los negocios más humildes seguirán quebrando por una disminución en el consumo relacionada con una inflación no compensada con una ley de subida de salarios.
El obrero explotado seguirá limitado con un salario mÃnimo estático, salario de unos dólares que cada dÃa valen menos. Con una canasta básica cada vez más cara, el trabajador promedio no podrá consumir ni bienes ni servicios, y por lo tanto habrá más pobreza. Why? Bueno; porque si ese ciudadano no tiene dinero, a la vez empobreceran los pequeños negocios locales que por su naturaleza no tienen los precios más bajos. En una palabra, más daños a la clase media.
Rick Scott gastó 100 millones en su campaña polÃtica, y el ultimo año firmó un presupuesto de $77.000 millones el más grande en la historia de Florida. Quizás fue para ganar votos, pero también para beneficiar a empresas lucrativas controladas por amigos. Cada ciudadano de los 19,749,717 tiene una deuda de $8,350 lo que suma una deuda publica de $164,752,000 000…y sigue creciendo, por eso no es muy ético que un polÃtico endeude más a la ciudadanÃa en tiempos de elecciones.
Rick Scott ha prometido bajar los impuestos, asà que va a disponer de menos dinero para gasto público. Seguirá aumentando la deuda del estado entonces, asà que tarde o temprano, cuando venga el “gran ajuste” la pasaremos muy mal en la Florida. Uff…las turbias nubes de la tormenta solo se acumulan más sobre nuestras cabezas.
Para nadie es un secreto que la democracia verdadera demanda una total igualdad en el acceso a las urnas. Una democracia participativa de verdad garantiza que la voluntad popular no sea evadida con trucos que beneficien a las minorÃas más conservadoras e inclinadas hacia la derecha polÃtica.
Los resultados de anoche son alarmantes, pues parece ser que la angustiosa crisis financiera no está abriendo ojos, sino desesperando nuestros corazones para ciegamente caer a los pies de la extrema derecha más despiadada. Los Republicanos machetearon a casi todos sus contrincantes demócratas al culpar Obama de todos nuestros males, pero pobre de aquel que piense que de esta aplastante victoria republicana, nosotros, los ciudadanos comunes, seremos beneficiado de una fiesta tan elitista y sectaria.