Una vez alguien bromeando me dijo: Los argentinos no se creen europeos…son europeos. Miami sigue siendo el destino número 1 para los viajeros argentinos a pesar de las limitaciones económicas y el 35% de impuestos aduanales sobre las compras en el exterior. El 50% de impuestos cuando se compra desde Argentina en el exterior vía Internet es parte de una estrategia económica para fortalecer la industria y el consumo nacional. Está política no agrada a quienes son amigos del neoliberalismo globalista que ya tanto daño provocó en el pasado a ese país.
Aquí en Miami, donde es más rentable el entretenimiento que la educación se tiene en la comunidad una visión de caricatura sobre Argentina. El resultado de dichos prejuicios es que la mayoría de los cubanos en Miami, no saben ni papa sobre ese país, ni siquiera a la hora de imitar el acento argentino en los chistes de la TV local.
Así que, sabiendo ya sobre lo poco realista de dicha visión, miremos más allá de Evita Perón (o la versión popular de Madonna), las pampas y el mate, para por lo menos conocer un poco a la actual presidenta Cristina Kirchner que considero una política aguda y una gran dama. Enfocaré mi atención sobre la presidenta porque he sido testigo de los muchos ataques personales que ha sufrido ella injustamente. Ataques que fallaron en nombrar un solo argumento pragmático. También quiero darle mi apoyo porque soy una Latina de las Américas y me identifico con su esfuerzo político a favor de su pueblo.
No es un disparate lo de los ataques personales, leyeron bien. La prensa británica desde donde vienen muchos de esos ataques, en mi opinión vive encarnada en contra de la Sra. Kirchner, así de sencillo. Es particularmente insultante que los medios de un antiguo imperio le falten el respeto a la democráticamente elegida representante de la república, viviendo ellos bajo una monarquía. Podrán publicar en sus diarios nombrecillos como “La Reina Cristina” para insinuar arrogante despotismo pero lejos de crear falsas culturas solo llaman atención sobre el hecho de que Inglaterra en el siglo XXI sigue teniendo un reina de “sangre azul” sobre varios países desde un no-democrático trono. Para ser exacta, ella reina sobre Canadá, Australia e incluso Bahamas entre otros.
Esa prensa británica vive obsesionada con los acontecimientos argentinos, y pretende siempre influenciar las políticas de ese país. Lo hacen a través de maniobras incesantes de propaganda antinacional contra Argentina, como cuando el periódico “The Economist” declaró que el gobierno argentino manipulaba sus estadísticas. También cuando se le culpo a Cristina hasta por la tristeza de un oso polar en un zoológico. Sin contar ya el chiste de mal gusto del instituto británico “Royal Society of Medicine”, que aseguro que CFK padece del síndrome de Hubris; otra enfermedad inventada. ¡Hey!, quizás aún les duele que Perón les confiscó aquellas líneas de ferrocarril, y ven en Kirchner una continuidad nacionalista.
Aquí en las Américas no deseamos ser súbditos de ningún monarca, por eso nuestros antepasados salieron huyendo en masas del viejo mundo, para en los confines de la tierra forjar nuestra libertad republicana. Aprovecho el momento para abiertamente declarar que no reconozco cuáles son esas supuestas islas Falkland. Yo sólo sé de unas islas a solo 300 millas de Argentina conocidas por el nombre de Malvinas. Claro, es sólo mi humilde opinión, pero no dejo de entender la preocupación y motivos personales que deben sentir por allá muy lejos en Inglaterra al presenciar como América Latina sigue desafiando a los supuestos dueños del planeta, los del orden mundial. Si, esos a los cuales CFK hizo referencia en su sincero y contundente discurso en el G20 en Cannes. Fue un discurso de nuestra época, en la cual como pueblos estamos despertando porque no aguantamos más a quienes desde lejos decidieron las reglas del juego.
Cristina Kirchner es la primera mujer en ser electa como presidenta en Argentina. Una mujer decidida y atrevida que se identificó en su juventud con “Mafalda”, la niña progresista de los comics con preocupaciones sociales y políticas…no con Susanita, la burguesita reaccionaria que solo soñaba con casarse. Tengo que añadirle la palabra valiente también, porque toma mucho determinismo enfrentarse a la FMI y por supuesto, un gran sentimiento de patriotismo, pues ha arriesgado su vida por defender a su patria contra los “ fondos buitres” y demás males.
Esta es una mujer política con una larga trayectoria en cargos de alta responsabilidad desde los años 80. Ha sido diputada provincial, y varias veces fue elegida como diputada nacional y senadora para el congreso nacional. Cuando su esposo era el presidente, asumió el mando de un país totalmente quebrado, desmoralizado, endeudado y hasta con niveles espantosos de desnutrición. Fíjense que era común que los niños se desmayaran en las escuelas por hambre, en un país antiguamente considerado potencia ganadera. Aunque no típicamente de izquierdas, Ernesto Kirchner cambio el rumbo de un país casi destruido por continuas estafas y maniobras económicas, y es visto como un miembro más de la atrevida avanzada que han hechos los nuevos líderes de América Latina.
Sabemos que Argentina estuvo en venta por los años 90, que las multinacionales devoraron hasta el hueso a múltiples sectores públicos. A precios demasiados baratos todo lo público se vendía y cayeron en el abismo. Ojo cubanos que podemos aprender mucho de Argentina para que no nos suceda lo mismo con nuestros vendedores de humo.
Al punto que quiero llegar es que sería desastroso para la República que después de CFK, retrocedieran al mismo error del pasado. El precio de la soberanía es caro, y no duden que cualquier proyecto de liberación latino-americana será saboteado, pero espero que los argentinos no se dejen engañar con ningún viejo discurso re-ajustado para hoy. Los ánimos son afectados por los problemas económicos, como es lógico, y las crisis actuales en Argentina está siendo explotadas por quienes deliberadamente sabotean las decisiones de la voluntad popular y atentan contra nuestras democracias cuando son reales. La extrema derecha se alegra cuando el sueño popular fracasa, pero siempre se vuelve peor si ellos retoman el poder.
La recesión y alta inflación creciente en Argentina que superó incluso el aumento de los ingresos, es muy lamentable, pero la solución de dicho problema no radica en regresar al pasado, porque si guardan la memoria histórica recordaran que las estrategias más tradicionales del mercado sin control casi destruyen al país. Para finalizar quiero cerrar con unas valientes palabras de CFK : “Muchas veces para solucionar determinados problemas hay que afectar intereses que son muy poderosos.”