Queridos Lectores, con tremendo alivio les presento por fin un óleo que había comenzado hace unos meses, pero que por numerosas razones continuaba siendo pospuesto una y otra vez, al final de las prioridades. Dándome cuenta que realmente a estas alturas de mi vida nunca habrá un “momento oportuno” para soltarlo todo y recluirme en un retiro incomunicable, he exprimido unas horas a cada día para por fin terminar el cuadro, que aquí les comparto. Un poco incómoda, ha veces obstruyendo el tráfico dentro de la casa, y demasiadas veces manchando mis alrededores por accidente (incluyendo pintorreteándome a mi misma) di mi final brochazo. El esfuerzo humano valió la pena; es bueno crear algo de la nada.
Para realizar esta obra, durante casi dos meses he estado utilizando como uniforme un gran camisón de mezclilla y unos pantalones anchos, ambos con un pésimo aspecto. El tejido quedó tan impregnado de olores como el aceite de linaza y los diluyentes, que casi emanaba vapores propios.
El rostro de la Doncella, serena en medio del combate, no estaba en la idea original. Seriamente debatí si iba a ilustrar su rostro u ocultarlo detras un enigmático casco para intrigar al espectador, pero entonces imaginé cuan confuso seria discernir si era una mujer o un hombre en faldita. Quise captar el gesto dificil de andar en punta pies sobre pieles movedizas y superficies resbalosas, mientras cumple con el deber de ponerle un fin al derroche del dinero mal habido.
Hay quieta indignación, pero silencio frente a la sentencia, porque es la usual actitud cuando se está muy conciente de la culpabilidad.
Omnis definitio in jure civili periculosa est.
Ustedes ya deben haberse percatado que me fascinan las naturalezas muertas, asi que cuando puedo, las inserto. Debo mencionar que es la primera vez que pinto algo que nunca he probado en mi vida: los crustáceos. Los pargos si sé que son exquisitos, aunque hay que tener cuidado con las espinas.
La misteriosa almeja gigante, desde la oscuridad con sus destellos de una galaxia en miniatura, es mi favorito rincón.
Las perlas y los puercos son un tópico curioso para mi, desde luego. Espero que les guste mi obra, que les provoque ideas, inspire la imaginación o por lo menos deleite la vista. Los quiero 🙂
Nota:
Para evitar especulaciones políticas sobre este óleo, he decidido explicar un poco mi obra. Pinté con la intención de reflejar la lucha entre la virtud y el vicio. Es una idea sencilla, lo se, pero de enfoque universal. No tiene nada que ver con esos espectáculos de propaganda política que hacen en Cuba algunos extravagantes, por el pagos desde el exterior.
Un cerdo opulento y arrogante, con fortuna mal habida, es atacado por una mujer que comienza a ejecutar su juicio. Lleva un antiguo casco militar y no olvida la justicia. En su escudo la frase en latín nos recuerda lo peligroso que es en derecho cualquier definición sin un arbitro justo que interprete cada caso. En la práctica puede haber desvíos, lo mismo hacia una parte que a otra.