(Andando por Cuba en un auto alquilado, le enganché una bandera cubana. Casi la perdí cuando baje la ventanilla para ver mejor por primera vez el hospital cubano donde nací pero un amable chófer de una camioneta me la retornó en medio de un tráfico caótico.)
La propaganda anti-nacional tradicionalmente se ha concentrado en difamar a la mujer cubana, pero eso poco a poco se ha dejado a un lado (temporalmente) para atacar la virilidad del cubano. Yo estoy consciente que muchos de nosotros han sido “programados” para calificar a dicha declaracion como retrogada o ridicula pero ustedes me conocen lo suficiente para saber que no me importa cuán extraño termine este articulo. Quizas no habrá un José Martí que salga en defensa de la virilidad, porque las primeras figuras atacadas serán las fundacionales de la Patria. Ya en su momento Martí repondió muy bien a los insultos de una propaganda destinada a impedir una Cuba libre. En “The Manufacturer” ( Filadelfia, 16 de marzo de 1889) Cuando se dijo de los cubanos que:
A los defectos de los hombres de la raza paterna (españoles) unen el afeminamiento, y una aversión a todo esfuerzo que llega verdaderamente a enfermedad. No se saben valer, son perezosos, de moral deficiente, e incapaces por la naturaleza y la experiencia para cumplir con las obligaciones de la ciudadanía en una república grande y libre. Su falta de fuerza viril y de respeto propio está demostrada por la indolencia con que por tanto tiempo se han sometido a la opresión española
La historia no se repite de forma idéntica nunca, pero hace poco encontré en Radio Martí este escrito mal intencionado:
… “También entre algunos mambises existió la homosexualidad. La más murmurada fue una supuesta relación afectiva de Antonio Maceo con Panchito Gómez Toro, su ayudante e hijo de Máximo Gómez. Sea cierto o falso nunca van dejar de ser próceres de la patria”
No sólo en el medio federal de Estados Unidos, también en Cuba algunos después de mucho pensar quizás han llegado a la conclusión que es más útil hoy imitar en todo a la socialdemocracia antes que quedarse sólo en un mundo tan inclinado hacia la derecha política. Tal vez quieren copiar conceptos no revolucionarios que tienen una semblanza de progresismo. Se imita ya a un tipo de izquierda norteamericana que más o menos se acerca a la clásica socialdemocracia europea y que ha logrado algunas conquistas dentro del Partido Demócrata siendo institucionalizadas para que formen parte del sistema norteamericano. El matrimonio homosexual es la más visibles de esas conquistas “socialdemocratas” que en Cuba se quiere imitar. Sin lugar a dudas ayudaría a Cuba a parecerse al Estados Unidos actual y seria un aporte a la reconciliación entre ambos países, pero eso nada tiene que ver con la reconciliación nacional, a no ser que se consulte a todo el pueblo cubano (incluyendo a su diaspora).
No se si Donald Trump como presidente continuará hablando de la reconciliación entre nosotros los cubanos, porque después de todo, eso debería interesarnos más a los afectados. Hay cubanos en la isla más dispuestos al abrazo incondicional con los norteamericanos que con sus hermanos en la diaspora y con toda seguridad declaro que son mejor recibidos ahora los norteamericanos que no tienen como origen nacional la isla de Cuba. Esto es grave para el alma nacional, ya lo sabemos. Como solucionarlo es el problema, porque el método reparador será necesariamente político.
En Cuba hay personas que se resisten a la idea de una reconciliación porque creen que la palabra misma es subversiva y que de aceptarse el fenómeno, se erosionaría todo el proceso revolucionario y todas sus conquistas sociales, sobre todo porque parte del exilio cubano continua desafiando la visión socialista del modelo cubano. Cuando el presidente Obama dijo en Cuba que:
...”la reconciliación entre los hijos y los nietos de los revolucionarios y los hijos y nietos de los exiliados era fundamental para el futuro de Cuba”
, yo me emocioné como cubana exiliada porque siento que Cuba es mi hogar, y no deseo ser excluida aunque viva en Estados Unidos desde niña. Si en la unión está la fuerza como reza el refrán, una reconciliación entre cubanos conducida con sabiduría daría mayor legitimidad y fuerza a una Cuba futura, que la imitación antinatural de modas social-demócratas ajenas al espíritu nacional.
Si en caso contrario triunfa el relativismo moral y se debilita el nacionalismo cubano, puede ser que un día cuando un exiliado regrese diga en su corazón:
Al volver de distante ribera,
con el alma enlutada y sombría,
afanoso busqué mi bandera
¡y otra he visto además de la mía!
Aqui les comparto nuevamente la fotografia mas iconica de la bandera cubana, que circula las redes cubanas y fue tirada por mi hermano Aaron, hace años ya. Es compartida y editada lo mismo por la izquierda que por la derecha asi que en ese sentido, ha sido un verdadero exitazo de fotografia.
