Aunque existen sus joyas, hay muchas cosas de la TV pública de Cuba que no sólo me sorprenden, sino que se ganan mi total desaprobación por el contenido ideológico o de moralidad. Por estos dias la televisión cubana está transmitiendo constantemente un mensaje inquietante de apertura hacia lo no-nacional. Les comparto un vÃdeo de Cubavision donde dos niñas representan los dos papeles. Una, la que sospechosamente tiene el pelo y los ojos negros como los usuales criollos, representa la desconfianza hacia el extranjero y se muestra prejuiciada hacia un Cristobal Colón que reacciona contra la niña diciendo: “Jamas un indio en todas las americas me ha tratado con semejante soqueteria”
La otra niña de cabellos mas claros representa la postura “politicamente-correcta” frente al extraño. Sonrie y se burla de cualquier resistencia frente al invasor junto a la maestra (figura adulta de autoridad) que se manifesta con total baboseria con tal de complacer al arrogante visitante. Al final, los hechos son trabajados para presentar a la niña trigueña como la anticuada, amargada, ignorante e intolerante que estaba vergonzosamente equivocada frente a los intercambios culturales y académicos. ¡Ni que en la vida real, el entreguista servilista tenga la razón en algo!
Yo sé que algunos dirán que estoy siendo paranoica como la niña “equivocada” en mi interpretación, pero la programación infantil en ninguna parte del mundo está libre de “sugerencias” porque a cualquiera con los recursos le puede tentar lograr cambios antropológicos en el futuro lote de ciudadanos. En difinitiva, el ICRT acostumbra a producir materiales cargados de doble-sentido; les priva. No me gusta que nadie trate de humillar, mutilar o acomplejar el Gen Patrio en los mas jóvenes, cuando mas bien deberiamos inculcarle más que nunca a los niños la fuerza del nacionalismo como el arma más potente para los nuevos retos que se aproximan por el horizonte.