Pareciera mentira que la ambición humana puede provocar cáncer, fallo renal y hasta terremotos, pero es real. Entiendan esto: los ricos comen alimentos más sanos que los pobres y beben agua más pura y limpia, a un precio claro. Aunque el dinero mal habido no libra a las élites de la mayorÃa de estos males (hasta ahora habitan nuestro mismo planeta), indudablemente le va peor al pueblo cuando el aire y el agua se llena de tóxicos.
En la Florida, hemos visto como las algas podridas han invadido nuestras playas y este desagradable puré verde espanta al turismo. La industria del turismo y el nivel de vida de las clases opulentas que viven frente al océano han caÃdo bajo la maldición de algas apestosas que se alimentan del Nitrogeno y del Fosforo que termina en las aguas por el exceso de lluvias.
Los organofosforados no sólo se usaron en las guerras como neuro-tóxicos mortales, tambien se usan hoy para combatir las plagas en la agricultura. Cuando nuestras neuronas motoras se enferman, no hay ninguna forma de revertir el daño. Es muy frecuente entre los futbolistas, por ejemplo, que son expuestos al daño por el uso de pesticidas masivamente en los cespedes de los campos de futbol.
Es posible que la solución para salvar el turismo y para cuidar el val0r de las propiedades frente al mar, ya ha sido encontrada por nuestros polÃticos esta semana. La comisión que trata el asunto (Environmental Regulation Commission) ha decidido hace unos dias que por ejemplo el Benceno (usado en la fabricación de plásticos, nilón y fibras sintéticas) pueda estar presente en mayor proporción en nuestras aguas de formal legal, lo cual por cierto abre el camino sospechosamente a la extracción de petróleo en los Everglades con el controversial método de Fracking (fracturación hidráulica). Para mantener las playas con menos sustancias indeseables, y de paso hacerle más fácil a las empresas contaminantes sus negocios, se disminuye la calidad exigida al agua y el pueblo pierde salud con ello.
Mi conclusion es que la ciudadania servirá de gigantesca esponga orgánica para absorber los desechos tóxicos de la industria. Los higados y riñones de gran cantidad de personas serán dañados para siempre, pero se salvarán muchos negocios y asà será resuelto un problema de difÃcil solución de la manera más viable, no sometido a referéndum por supuesto, pues la democracia tiene sus limites. La élite por supuesto no beberá ni se bañará con el agua que destruye los riñones, el sistema nervioso y el endocrino porque el dinero hará la diferencia en la Florida. Ellos pueden pagarse agua embotellada enviada directamente al hogar o instalar en todas sus tuberias filtros profesionales, porque ellos no pierden el tiempo con esos acesorios mediocres que venden a la poblacion general.
Quizás esa élite piensa que cuando los pobres pierdan sus riñones y tengan que someterse a hemodiálisis para no morir, otro negocio se encargará del asunto, y esto en la mente de los que adoran el mercado encuentra un acomodo pragmático que no les quita el sueño.
Cocodrilo en los Everglades a pocos metros de mi cámaraÂ
Fabrica de Titanio en Medley (por cierto una de las menos contaminantes)
De por si el aire que respiramos es tóxico. Cada madrugada, cuando duermen los inspectores (y el resto de la población que no se quedo despierto hasta tarde viendo en la TV a los Democratas cavar su propia tumba en la convencion nacional), algunas industrias ponen a descansar sus costosos filtros. También algunas fabricas sueltan al aire nubes peligrosas, pero uno tiene la esperanza, que si esa noche soplan bien los vientos, lo sucio se ira bien lejos. Con el agua es distinto el asunto, pues estas obligado a beberla y ducharte con ella. Durante mi adolescencia, mi familia recibia envios de agua embotellada de Crystal-Springs y Zephyrhills pero con la actual crisis económica tuvimos que finalmente cancelar el servicio porque para una familia de bajos recursos, es casi imposible librarse de los “daños colaterales” de estos gigantes.
La presión hidráulica para liberar el petróleo o el gas del subsuelo poroso, producirÃa no sólo pequeños temblores de tierra y derrumbes en el lecho de piedra caliza (limestone) a lo largo de los Everglades. Tambien, va a contaminar con productos quÃmicos tóxicos el AcuÃfero de Biscayne que es la única fuente de agua fresca para más de tres millones de personas en el sur de Florida.
Si las arenas y rocas porosas sobre las que vivimos se derrumban, el mar desde el golfo inundarÃa gran parte de la florida, pero ya antes los fallos renales y el cáncer la habrÃan despoblado.
Las fotografias que comparto con ustedes han sido tomadas en diversas visitas a las impresionantes extensiones de los Everglades que cubren gran parte de este sencillo Estado, y que a lo largo de mi vida (aunque parezca un pantano no atractivo para algunos) es un elemento de constancia al cual le tengo mucho cariño, y me da pena saber que los ricos pueden destruir las pocas cosas bellas que nos quedan de la naturaleza.