Por más que les digan que todo se quemará, no les crean porque es sólo humo de Barbeque.
Algo se está cocinando para Cuba. Un día como hoy en el año 1994 ocurrió un grave disturbio publico en la Habana, alentado por la propaganda subversiva que el gobierno de los demócratas lanzaba sobre los cubanos en los días del Periodo Especial. Por estos días se repite el mismo tipo de mensaje a los cubanos. Esta vez, Cuba no ha perdido como socio a la Unión Soviética, sino a un país latinoamericano, aunque todavía no del todo. Venezuela ayudó a los cubanos a resistir las sanciones económicas de Estados Unidos, y Venezuela ahora está en crisis al igual que la izquierda en general en toda la América Latina.
Los jóvenes comunistas a la nueva crisis en la isla le llaman “La Tormenta Perfecta”. La derecha vuelve a entusiasmarse en Miami, y la falsa izquierda socialdemócrata saca a los suyos, y hasta uno fue invitado (Cuesta Morua) a la Convención Demócrata en los Estados Unidos.
El matrimonio entre una izquierda platista y elementos de la élite demócrata en los Estados Unidos es un fenómeno favorecido por la larga lucha de los nacionalistas cubanos contra otro tipo de plattismo tradicionalmente de derechas, y sobre todo por el acercamiento de la izquierda cubana a la socialdemocracia occidental a la caida del campo socialista.
Desde finales del 2014 vengo advirtiendo sobre una crisis preparada contra Cuba en el momento de la salida del poder de los “Históricos” que protagonizaron la lucha contra la dictadura de Batista. La oposición cubana ahora se dividirá entre los que apuestan a lavarse el rostro y ponerse una mascara socialdemócrata esperando un victoria electoral de Hillary Clinton, y los que trataran de marchar y formar desordenes en las calles por presión de sus patrocinadores ubicados más a la derecha. Cualquier desorden callejero que divida ahora a los cubanos en bandos de odio es anti-patriotico debido a la crisis del momento.
Hoy se necesita la unidad de todos los cubanos de buena voluntad más allá de las ideologias, el rechazo al pesimismo, y la lucha contra una disidencia antinacional que busca el derramamiento de sangre como mecha que encienda el desorden en la sociedad cubana.
Los cubanos somos una familia y debemos amarnos sin perder el hogar nacional. Sin soberanía no importa si gana la izquierda o la derecha cubana, habremos perdido el techo y las paredes de nuestra casa.
Aqui les comparto un video corto donde abordo más este asunto, preparado exclusivamente para los lectores de este blog: