Hace unos años pidiendo por la liberación de los presos políticos.
Guillermo Fariñas fue un comunista militante e internacionalista hasta el año 1989, el mismo año que cayó el muro de Berlín. En el 2010 recibió el premio Sajarov de parte del Parlamento Europeo, cuando ya era un fuerte critico del sistema político cubano. Desde ese momento no ha dejado de acercarse a la extrema derecha cubano-americana. Por lo tanto, ya es difícil clasificarlo como “luchador por los derechos civiles” tal y como lo presenta la propaganda liberal por estos estos días, que nos dice que Fariñas lleva tantas semanas (50 días) sin comer ni beber.
La hija del opositor, Alicia Fariñas, que realiza estudios universitarios en Puerto Rico, se ha sumado a la campaña que lleva a cabo la derecha internacional en apoyo a la huelga de hambre de su padre en Cuba. Al mismo tiempo desarrolla un activismo agresivo contra los que no aprueban la huelga de su padre, como hizo hace unos dias contra mi en Twitter. Le respondí un tweet pero luego entendí que era mejor ignorarla porque no debemos tomar en serio aquellos que nos llaman “hijos del diablo”.
(La hija de Fariñas usando lenguaje antisemita propio del fundamentalismo religioso contra mi en Twitter, entre otras ofensas a mi persona)
Fariñas asegura que seguirá hasta que Raúl Castro “no diga públicamente y sus palabras sean publicadas en el periódico oficial Granma, que los opositores no sean más torturados, golpeados y amenazados de muerte”. Es difícil imaginar al jefe del Estado cubano admitiendo las groseras acusaciones de Fariñas porque eso seria desacreditar públicamente al gobierno de la isla. Es probable que la campaña política no fuese organizada con ese objetivo, sino mas bien, como elemento de presión secundaria que beneficie a otras agendas más secretas. Precisamente ahora que Cuba y EE.UU. avanzan en un diálogo sobre compensaciones mutuas.
Vamos a olvidar por un momento la época en que el opositor apoyaba a la Revolución cubana. Vamos analizar al Fariñas que se toma fotos con personajes asociados al terrorismo en Miami. ¿Que puedo concluir? Que ese violento cambio de valores debe ser o un reflejo de una grave perturbación mental, o en caso contrario y al revés una perturbación en el pensamiento y en el ánimo producida por cambios drásticos de valores que al final termina provocando una depresión psicológica. Creo que cualquiera perdería las ganas de vivir en su caso. El cargo de conciencia y la tristeza de sentirse responsable en alguna medida de las sanciones que sufre su Patria por causa de su extravagante activismo puede haberle conducido a una depresión sin salida. Fariñas está probablemente padeciendo de episodios de auto-engaño donde se cree un “Gandhi” caribeño, enfrentándose a un gobierno totalitario
Ya una vez Fariñas dijo al Miami Herald: “Yo pienso que una normalización entre el gobierno de Cuba y el de Estados Unidos sería una traición a los cubanos y a la democracia.” No sabemos si le inquieta demasiado quedar al margen y desea sabotear el proceso sin tener en cuenta el daño que pueda hacer a los cubanos de la isla.
Para ser justos hay que distinguir, separar y analizar todo lo que nos ayude al análisis serio y asi no confundirnos. Fariñas dice ser un opositor pacifico que no desea una guerra civil, pero si separamos sus palabras de sus acciones, queda muy claro que el resultado de su conducta no ayuda a la pacífica conciliación que necesitamos los cubanos. La cultura de la muerte es violenta aunque la propaganda nos muestre a un opositor ayunando en una cama con demandas civiles. La imagen que nos traen los medios, no es la de un religioso o un patriota pidiendo derechos generales para su pueblo, sino la de un opositor que pide al gobierno que se suicide políticamente admitiendo de forma escrita en el diario más prestigioso del país, las supuestas torturas y métodos de terror aplicados a la oposición donde el milita.
No está en peligro sólo la integridad física de Fariñas. Tambien, cualquier otro cubano vulnerable o enfermo de los nervios que se identifique con este tipo de protesta extrema como una manera de llamar la atención. En toda sociedad hay un grupo de personas que sufren por diversas razones, una angustia existencial. Quien se deja arrastrar por las emociónes, tomará decisiones equivocadas y no estoy hablando solo de política. Pues, también existe el suicidio entre los cubanos anti-castristas en Miami.
Fariñas en mi opinión sufre de una profunda depresión y está atrapado en un discurso político que el mismo se ha inventado para justificar su conducta suicida. Para colmo, cada vez que se hace daño es premiado con dinero y reconocimientos. Poco a poco se ha convertido en una victima de si mismo y de la derecha internacional.
NOTA: Comparto con ustedes la photo del 2010 como prueba de que si he tenido sensibilidad por los presos politicos. ¿Como no? Si mi padre lo fue. Precisamente por ser hija de un ex-preso politico (en la epoca más dificil de Cuba, no ahora que se permiten esas cosas) es que puedo ver toda la falsedad de esta fantasiosa campaña del Coco Fariñas.