Aunque lo más probable es que pudiéramos perfectamente sobrevivir unos días después de una catástrofe como el ciclón Mathew sin harina, igual fuimos a buscar unos cartuchos. Claro, si ese monstruo de categoría 4 (algo que no vemos desde el 2005 cuando Wilma que nos asustó bastante) no habrá energia eléctrica alguna de la FPL para hornear, pero ¡Uno nunca sabe! Según nuestro gobernador Rick Scott, “cuando sea demasiado tarde”, “nadie vendrá por ti” y pudieras perfectamente “morir”. No se a ustedes, pero a mi me pareció absurda la alarma extrema y me hubiera gustado que se hablará más de la cooperación entre vecinos.
Creo que nuestro gobierno estatal debería mejor organizarnos como ciudadanos para que hagamos los preparativos necesarios, no pretender asustarnos sólo para empujarnos hacia el consumo en los negocios privados como las tiendas de alimentos y ferreterías. Rick Scott, ha alertado sobre el poder destructivo de Matthew en la Florida comparándolo con el huracán Andrew de ’92. El Andrew produjo perdidas por 26000 millones de dólares y un trauma colectivo en el sur de la Florida.
Como ustedes saben, vivo a unos minutos del canal America TV y todo el estudio se encontraba tapiado como pude ver.
Casi todas las tiendas estaban a punto de cerrar y pude ver los famosos estantes vacíos de Venezuela en pleno Hialeah Gardens, pues con un poco más de alimentos de la cuenta a casa, ya ocurre el fenómeno del acaparamiento y los estantes vacios. Las ventas de gasolina, agua, hielo y comida enlatada ha sido un gran negocio para algunas empresas. Siempre quedan otros productos disponibles ideales para sobrevivir una tormenta sin electricidad, pero más gustan los dulces, papitas y cervezas etc. Fue una excusa para andar a lo más profundo de mi barrio y compartir con ustedes algunas fotos tomadas casi ahora mismo.
Anduve entre las casas clásicas de clase media, las costosas y las pobres y por lo general los de pocos recursos se han preparados mejor pues nuestros vecinos más prósperos no han hecho absolutamente nada. Tal vez tienen mejores seguros que la media, sus cristales no se quiebran o se creen poseer buena suerte.
Muchos tienen sus ventanas y puertas reforzadas con planchas de metal o madera esperando al huracán Matthew. Un categoria 4 es algo de temer pero este parece tener toda la fuerza concentrada en su centro. Otros fenómenos parecidos como el Jeanne (2004) que era un categoría 3, nos trajo a la misma distancia vientos mucho más fuertes. La televisión no cesa de comentar sobre el “monstruo que viene”. La gente nerviosa ha salido a las calles, y no han faltado peleas entre clientes asustados. Aunque en el condado Dade sólo han llegado ráfagas aisladas hasta ahora, muchos temen que en la noche la cosa se ponga peor. Las casas en la Florida no parecen ser hechas para resistir huracanes, y los techos con estructuras internas de madera se levantan como gigantes pájaros cuando un fuerte viento logra penetrar en los bordes de la armazón.