Visité recientemente al periodista Carlos Rafael Dieguez mientras se encontraba trabajando en la Alianza Martiana (algo que suelo hacer cuando ando por el barrio) y después de los usuales saludos cordiales me felicitó por la victoria de Trump. Él es un testigo que no dudó en reconocer este acontecimiento al cual yo había alertado varios meses atrás. Me propuso entrevistarme y al momento acepté. Hoy les comparto su video, y el link a su articulo.
En una de mis visitas espontaneas a la Alianza, habiendo anteriormente participar en un debate televisivo (quedan los estudios de MiraTV en la misma calle), donde también había dejado bien claras mis posturas meses antes en un debate televisivo. Hubo un señor que aparentemente algo disgustado con mis criticas a Hillary Clinton (interpretadas como mi forma de proponer a Trump), cuestionó mi decisión y me permitió explicar frente a unos cuantos reunidos, incluido el señor Max Lesnik ( al cual respeto mucho por su probado patriotismo), mis razones. Clinton significa cambio de régimen para Cuba con “golpes suaves”, Trump no. Así de sencillo, pero por supuesto, me quede totalmente sola en esas declaraciones.
Mi postura en estas elecciones han ido tomando su curso natural al ir siguiendo mi conciencia, pero esto me ha distanciado de algunas amistades. Estoy segura que con el tiempo muchos podrán entender mejor mis decisiones (hasta ahora no me han salido mal las cosas), mientras que algunos “amigos” jamas regresaran.
Nunca despilfarre ninguna de las oportunidades que se me ofrecieron para criticar con la verdad de los hechos a Hillary Clinton en la televisión o en mi blog. También toqué puertas en Miami bajo la dirección local del Partido Republicano para recordar a los cientos de vecinos que votaran por Trump. Si quedaba algo bien claro en mi mente, era que Hillary Clinton era la peor opción para Estados Unidos y para el mundo.
Estoy consciente que para algunos aún es muy desconcertante, ilógico y hasta medio traidor de mi parte aparentemente votar y continuar apoyando a Trump, que según los medios es el próximo Hitler. Sobre ese asunto quiero más hablar con ustedes, y ahora mismo me recuerdo que anoche le prometí por teléfono a mi propia abuela en Cuba que le escribiria una carta detallada en porque no debe temer la presidencia de Trump. Me resultó triste que los medios de Cuba (la única vía que tiene ella de informarse pues como persona mayor no usa internet) estuvieran tan polarizadas las noticias. Naturalmente, anoche le suplique varias veces que no temiera el futuro que pese a todo lo que escuche y viva en el presente (me cuenta que muchisimas medicinas estan desaparecidas en las farmacias), quiero que duerma tranquila sin miedo al mañana. Todo saldrá bien. Una vez que le escriba a mi abuela dicha carta (esperando siempre que no se pierda por el camino como tantas que hacemos en casa), entonces voy a ver si les comparto mi visión acerca del irresponsable grito de “lobo” que hacen los medios con cualquier figura política que se acerca a lo nacional y lo popular.
Desde el comienzo nos enchucharon contra Trump y aunque desde que anunció su candidatura supe que tenia grandes oportunidades, y lo documenté en mi blog, yo también empecé estas elecciones con ciertos prejuicios naturales como la joven-judía-latina que soy. Sin embargo, fui apartando a un lado la fuerza de la inercia inicial. Como joven fui viendo que la derecha no siempre es reaccionaria y que lo nacional-popular no implica un surgimiento de los nazis. Siempre he sido nacionalista así que la cuando los medios trataron de vincular el nacionalismo con racismo no le presté atención.
A donde quiero llegar es que no me gusta como juegan con las minorías, muchos menos como siguen agitando el miedo judío como si ser conservador estuviese prohibido para ciertas minorías. No es inteligente acorralar a nadie, ni formar coaliciones falsas para aparentar un frente judio en contra del nacionalismo del hombre blanco, porque el hombre blanco también tiene derecho a ser conservador y nacionalista pero más sobre eso en otro articulo que los viernes para mi siempre son muy complicados y se hace tarde.
Muchos lamentan que ahora regresaran las limitaciones de George W. Bush y que perderemos todos esas pequeñas comodidades que nos han “regalado” los generosos demócratas pero yo continuo pensando todo lo contrario. Yo se que no tengo las pruebas, pero ¿cuando ustedes me han exigido pruebas concretas para apoyar estas predicciones? Hasta ahora no les he fallado, verdad? Vamos a tomar un riesgo. Yo apuesto a la opción menos convencional y totalmente loca porque es una cuestión de fe.
Creo que si Donald Trump respetara la soberanía de Rusia, lo tendrá que hacer con Cuba también. Venezuela igual tiene derecho a la auto-determinación, sin que la castiguen con sanciones o presiones. Están de regreso los nacionalismo porque por fin se ha comprobado que la actual globalizacion es un fracaso y los pueblos, hartos y abatidos, tan solo piden cuidar un poco de sus hogares y familias. No mas causas bobas, desnaturalizadas y fuera de contexto con el entorno.
Cada país debe tomar las riendas de su propio destino, que naturalmente serán de diversas inclinaciones ideológicas. No es saludable que en el propio Estados Unidos, algunas universidades remuevan sus banderas americanas porque algunos estudiantes frágiles sienten que la bandera es un símbolo ajeno y perturbador. Como tampoco es normal que en Cuba actualmente se vean por las calles mas banderas americanas, sean en pantalones cortos, chancletas o pañuelos…que la cubana.