Quitarle la llave de Miami a “Gente de Zona” es un grave error político que daña la reputación de Miami. Dando la impresión de que esta voluble casta que dirige los asuntos públicos no sólo regala reconocimientos fácilmente (la empresa privada de Univision lo exigió), también puede retirarlos, si otros intransigentes enfurecidos se quejan. ¿Como complacer los fastidiosos caprichos de una indecisa politiquería que vacila entre los nuevos inmigrantes cubanos y la vieja emigración logrando enojar a ambos grupos de electores?
Que Ninozca Perez Castellon lo pida en Radio Mambi no debería considerarse como una presión legitima para el acto grosero que ya consideran llevar a cabo. ¿Ven que tengo razón con respeto a la intolerancia de esta ciudad, eh? Personas así pretenden egoistamente obstaculizar el progreso de las buenas relaciones con nuestros vecinos en la isla y les da igual sabotear los deseos de miles de jóvenes votantes de Miami. Los clásicos bastiones del odio hacia Cuba y su gente que nunca regresarán a su país de origen no resisten la “invasión” de una ciudad que consideran suya exclusivamente (Miami no es la séptima provincia de Cuba como dicen; es parte de la República estadounidense)
La clase de cubanos que en Miami tiene poder económico y político va desde rancios apellidos que conservan escudos familiares de la nobleza española hasta burgueses que como nuevos ricos en la Cuba antes del 59, imitan a los primeros. Mirar hacia abajo con desprecio es muy común. Se lo hicieron a los Marielitos, a los balseros de los 90 y hasta a los ganadores del sorteo aquel de los 2000’s. Continua el rechazo profundo hasta nuestros días y muchas veces no está movido por razones ideológicas como es el caso del reciente escándalo de llaves en Miami.
La constante maniobra de la Televisión local por hacer lucir al músico cubano Osmani García como un representante del gobierno de la isla e insensible a los dolores del exilio cubano pudiera ser un simple deseo por complacer a los patrocinadores y anunciantes asociados a la derecha cubano-americana. Osmani García y su Reguetón son presentados ante la derecha como una corriente marginal de músicos degenerados (como si la TV local fuese un positivo promotor de moral y civica, que no lo es) que secretamente apoyan la Revolución cubana y vienen a Miami a recoger dinero para llevárselo al “régimen comunista”. Ustedes saben que aqui eres un agente castrista al servicio de la “tirania caribeña” si no repites como un papagallo la doctrina oficialista del exilio y no te conduces como monigote de la nueva derecha “progresista”-neoliberal.
El opositor Danilo Maldonado que inicialmente condenó la maniobra contra Osmani (al parecer movido por su propia visión liberal contra todo tipo de orden o control), fue atacado por Zoe Valdez y luego se echó para atrás en el programa “Arrebatados”de AmericaTeve, sumandose al grupo de los extremistas que desean castigar al cantante por sus ideas. Zoé Valdés por su parte continuó en las redes sociales atacando a Maldonado (El sexto) y quejándose de que la están ignorando por orden“de los castristas”.
Osmani se quedó a vivir en Miami, ha dicho que no es comunista y ha pedido disculpas al presentador televisivo Sevcev quien con buenos modales había hecho tanto daño a la reputación del cantante sin haberse disculpado por ello. Yo personalmente no veo que sea bueno para Cuba la promoción del Reguetón en los medios estatales. Sin ir muy lejos y para ilustrarles mejor, les muestro estos fotogramas de un anuncio de la TV cubana que promueve el ahorro de electricidad poniendo a un joven retorciéndose al andar dentro de su casa al ritmo de un reguetón. Entiendo la necesidad por adaptarse a las nuevas corrientes de la musica popular pero como medio estatal, están obligados a promover sólo los más altos ideales del hombre…no conformarse . No pierdan las esperanzas, en un par de años se pudiera remediar.
El Reguetón, acompañado visualmente en videos de eternas parrandas despreciativas hacia la ley , con un marcado gusto por el lujo y mujeres rebajadas a objetos sexuales, no merece espacio en la TV pública de Cuba. Esa es mi opinión. Ahora, otra cosa muy distinta es el derecho de los cubanos a disfrutar de sus cantantes sin la interferencia de la politiquería que divide y cultiva el odio.
Osmani tiene derecho a tatuarse el rostro de Obama y de Raúl si asi lo desea, porque cree en la reconciliación y las buenas relaciones entre los pueblos. Cuando veo el oportunismo de personas como Zoé Valdés, que estudió en las Universidades de la Revolución y que como comunista ejemplar fue elegida desde 1983 hasta 1987 como “técnica de la Oficina Cultural de Cuba en la UNESCO”, entiendo que Cuba sólo necesita más nacionalismo y unión entre los cubanos. No obstante su propia vida y pasado, sin prueba alguna, Zoé Valdés lleva años por la internet titulandome como comunista e incluso asegurando que soy una agente asalariada. Obviamente no soy ni espia ni Marxista, pero es una muestra de como no deben actuar los cubanos si pretenden algun día vivir en paz y prosperidad.
Zoé Valdés haciendo llamados en las redes para fomentar actos de repudio (escarmiento, escándalo etc) en Miami contra mi persona de forma irresponsable.
La escritora es parte de la derecha recalcitrante y como tal, ataca a este cubano que no pudo salir de Cuba tras la caída del Muro de Berlin, como ella hizo en el 95. Si Miami le cierra las puertas a Gente de Zona y difama a Osmani Garcia, sólo está logrando más división entre los cubanos y más daño a la nación.