Algunos ‘trompistas’ en desacuerdo con el ataque a Siria y la excusa del ataque químico saltaron del tren de Trump, otros cambiaron de vagón en desacuerdo respetuoso, mientras que otros (no muy claros en la ideología anti-globalista) ya asimilaron este trago amargo a pesar de la falta de evidencias o argumentos inteligentes. No sabemos si lo de Siria escalará pudiendo llevarnos a la tercera guerra mundial. No, yo no creo ni por un momento que el secular gobierno de Assad sea tan estúpido de cometer la gran torpeza de gasear a sus civiles, cuando el propio secretario de Estado, Rex Tillerson, había dejado en claro no querer la caída del régimen. No tiene sentido, por lo tanto y es una difamación más.
Ahora que el presidente se distancia de aquella dorada promesa de disminuir el rol de Estados Unidos como “policía del mundo” con su repentino ataque a Siria, alejó a muchos seguidores prominentes (que le ayudaron a crear estados de opinión alternativa) y aún continuaran las acusaciones de estar vinculado de alguna manera a Rusia.
Yo continúo en el ‘Trump train’ porque comprendo lo difícil que es gobernar a pesar de tanta adversidad en tu propio equipo, y confío en mi candidato, aunque cometa errores producto de malos consejeros. Condeno esta fatal equivocación de atacar a Siria, que erosiona el Derecho Internacional y reproduce las costumbres de quienes él criticó anteriormente. Los que votamos por Trump lo hicimos fundamentalmente por su promesa de cambiar el curso de USA, dejando a un lado la política de “Cambio de Régimen” para enfocarnos en los asuntos nacionales. Sabemos que nuestro mundo es un lugar complicado, y que Siria es un terreno de disputa entre gigantes que obliga al presidente a dar pasos difíciles, pero es nuestro deber frenar una muy posible guerra entre las Super-potencias.
Nuestra generación no conoce ni de lejos lo que es una Guerra Mundial. Las imágenes de niños agonizando por un ataque químico que sirvieron de escusa para el ataque a Siria, forman parte de la propaganda de guerra, y aunque el sufrimiento de las pobres criaturas sea real, solo una investigación despolitizada pudiera habernos mostrado al verdadero autor de ese macabro ataque, lo cual es imposible ahora en Siria. En medio de una guerra civil pasan cosas muy extrañas como ese doctor británico que recibió mascaras de gas tres días antes del ataque de una organización británica y que estuvo atendiendo a las victimas directamente.
Doctor británico-pakistaní que atendió a muchas de las víctimas del ataque químico.
La élite política, los grandes medios de comunicación y algunos grupos terroristas están felices con Trump (aunque sabemos que el enemigo nunca queda satisfecho, así que esa aprobación durará muy poco) mientras Rusia por su parte condenó enérgicamente la acción ante el Consejo de Seguridad de la ONU y ahora junto a Iran, amenaza responder con fuerza si se repite el incidente.
Si fue la debilidad de Trump quien lo hizo ceder ante la presión del aparato político, su emotiva hija como aseguran los rumores, o una estrategia del ‘ajederez 4D’, habría perdido parte de su base electoral sin tener por su parte garantía alguna de que dure demasiado tiempo el apoyo de sus oponentes anclados en el bi-partidismo. Solo queda como opción una poderosa y secreta “razón de estado” que justifique la perdida de popularidad entre sus seguidores, pero es solo especulación.
Un barco de guerra norteamericano disparando desde el Mediterráneo sin consultar al congreso, sin declarar la guerra a Siria y sin tener en cuenta a Rusia como fuerte aliado de Siria parece irresponsable, y sigo pensando que fue un error político pero el presidente quizás no tuvo muchas opciones dentro de la geo-política que le ponen sobre la mesa sus consejeros.
Trump está rodeado de burócratas y especialistas entrenados para llevar adelante una globalización que choca directamente con Rusia e Iran. Siria es el terreno en disputa y por allí pasaran las tuberías del gas de los aliados de Estados Unidos o de lo contrario será Irán quien lleve su gas al mediterráneo. Occidente no quiere a Rusia en el Mediterráneo y por su parte todos los terroristas que sueñan con aprovechar el conflicto entre Oriente y Occidente están de fiesta en estos días.
La Televisión no nos va a mostrar imágenes de los cuatro niños que se dice murieron bajo el ataque de Trump, sino las imágenes que pueden mover los ánimos contra Asad o Rusia. No parece inteligente que el gobierno de Bashar el Asad esté detrás de dicho ataque debido al efecto devastador de las imágenes y a la oportuna propaganda de ellas en manos del enemigo.
Seria grotesco y desalmado que algún servicio de Inteligencia occidental en su afán de erosionar la imagen del gobierno Sirio, haya de alguna manera facilitado a los terroristas este mortífero gas como ya afirman los que apoyan a Assad. En todo caso, se requiere una investigación y eso toma su tiempo para que no se repita el desastre de Iraq, o quien sabe algo peor como una Tercera Guerra Mundial al involucrarse Rusia o China.
Con Obama, Washington trató de evitar al máximo un enfrentamiento militar con Assad, pero nunca supimos si en realidad los soldados élite estadounidenses en el país eran los únicos (más de 300) y si estaban asesorando a los rebeldes para que lucharan contra Isis o para otra cosa junto a los británicos. El pueblo norteamericano no quiere más bajas en tierras lejanas y ya en Internet andan circulando selfies de soldados y oficiales uniformados, negándose participar en una posible guerra en Siria que solo beneficiaria a los grupos terroristas, al remover Assad.
Foto exclusiva de este blog: Jóvenes soldados norteamericanos descansando en Iraq.
Aunque ha veces solo queda la opción de defenderte, quienes inician las guerras crean monstruosas carnicerías montadas sobre mentiras, chantajes emocionales e intereses mezquinos que benefician a esas élites corruptas que no sienten nada por nosotros; los demasiados.
Trump dijo tras el ataque a Siria: “Pedimos la sabiduría de Dios cuando nos enfrentamos al desafío de nuestro muy turbulento mundo”. Como no fue sabio este ataque, puedo deducir que aunque se hable de Dios, lo que realmente se está haciendo es puro maquiavelismo de ajedrez… cosa en la que Hillary Clinton esa muy buena. Espero que nuestro presidente recuerde que necesitamos que no se comporte como la vieja clase, que acepte que Estados Unidos no puede continuar siendo el policía del mundo, y que hay muchos asuntos en casa que merecen atención.