Puede que algún confundido jovenzuelo en Cuba piense que su país debe imitar a la social-democracia extranjera para salvar al socialismo cubano. Seducido sin lugar a dudas por esa peligrosa manifestación del llamado “marxismo cultural” que deja como huella la Falsa Izquierda en Occidente, no será capaz de ver con claridad la mano peluda del capital financiero. El colectivismo cubano necesita mas bien apartar todos esos esquemas ajenos que le hacen sombra y retrasan el renacer del nacionalismo cubano, y que le hará brillar mejor con luz propia.
En Miami, la prensa escrita, la radio y la TV excluyen a quienes perturban la visión que la extrema derecha cubano-americana desea inculcar en la opinión pública. Sin embargo, un lamento casi unánime por estos días se escucha en esos medios, a favor de una estudiante expulsada de una universidad cubana como si en Miami existiera moral para condenar a quienes excluyen en Cuba, y como si de triunfar el siniestro Pulpo de la Falsa Izquierda en la isla, habría automáticamente una invitación VIP para dicha derecha al festín de la conquista.
Todo el amplio espectro de los social-demócratas cubanos dentro y fuera de la isla se solidariza ya por supuesto con la joven contrarrevolucionaria, porque la historia armada es un bonito cebo de rebeldía juvenil para todos aquellos que quieren sentirse buenos.
Silvio Rodríguez ya dijo que “una injusticia semejante sólo puede despertar solidaridad”, y según Arturo Lopez Levy, (que reconoce cultivar desde hace mucho ideas social-demócratas) expulsar a la chica fue una mala decisión que contradice los Derechos Humanos. La gran prensa liberal no se queda atrás. El País (periódico) aprovechó e hizo una entrevista a la joven opositora haciendo saber del activismo de ella a favor del movimiento “SomosMás”. El País, cada vez más dependiente de los bancos por causa de las deudas del Grupo Prisa, a mi juicio intenta sabotear la visita de Rajoy y el Rey Felipe a Cuba y por esa razón se sumó así a la propaganda del Nuevo Herald y TV Martí a favor del grupo político de Eliecer tras la visita de Bruno Rodriguez a España.
La publicidad que Somos Más está sacando les beneficia bastante ahora que se proponen tomar puestos reales en el poder a través de las elecciones “castristas” (según la vasta mayoría del exilio histórico que no quiere ser engañado). El deseo de Eliecer por protagonizar en las elecciones del famoso 2018 me hace deducir que efectivamente está en campaña electoral, al igual que otros opositores a los cuales se promociona con el dinero de los contribuyentes.
El nuevo escándalo de un miembro de su grupo tal parece que está organizado por la Inteligencia de algun gobierno, debido a las características poco naturales del mismo, que por cierto, desvía la atención sobre los problemas de Eliecer con la Aduana de Cuba. La joven opositora, que ya fue entrevistada por Cubanet afirma que “el periodismo es una manera de hacer política”. Sin dejar de aprovechar la ocación y hacer promoción a Somos Más, afirma que un oficial de inteligencia trató de reclutarla (a pesar de ser claramente contra-revolucionaria).
Iniciar una carrera política como opositora al gobierno como pretendía la joven estudiante, paralelamente a la carrera de periodismo es algo que da beneficios económicos y políticos…te expulsen o no te expulsen. Para entender el escándalo, se debe dejar a un lado la parte heroica o mítica con la que se adorna. Ya se sabe que en occidente el rol de joven rebelde por alguna causa seudo-izquierdista pero liberal es promovido como romántico.
En Cuba, la Falsa Izquierda cubre con un manto protector a todos aquellos que retan al PCC. Por lo tanto, es hasta probable que la muchacha retorne a la universidad sin mayores consecuencias. Muy pronto pudiéramos tenerla en la TV hispana de Miami luchando contra la “dictadura” y regresando a la isla para hacer ese extraño activismo que ya conocemos de memoria y que no conduce a nada constructivo para la nación sirviendo sólo para entretener a los exiliados en la calle ocho.
Como quiera que sea, es una victoria política para la Falsa Izquierda que ha puesto sus ojos en los más vulnerables; los jóvenes, para su proyecto anti-patriótico por ser este grupo demográfico bastante idealista pero fácilmente manipulable si no ha sido preparado para las batallas ideológicas.
Una verdadera conspiración ideológica ha infectado parte de la izquierda cubana con ideas anti-nacionales y decadentes que cuentan con el tema del periodismo y la “ democratización del socialismo” para avanzar en su agenda de restauración capitalista.
Mientras la derecha se desgasta con el tema de los derechos humanos y del pluri-partidismo, los patéticos que llenaron la Habana de banderas norteamericanas apuesta por romper la columna vertebral del nacionalismo cubano, sembrando dudas sobre el pensamiento de Martí y condenando todo lo que queda de resistencia en el patriotismo cubano.
El pensamiento de Fidel Castro, comprometido con las clases más humildes, ponía la universidad al servicio del modelo político y es una gran hipocresía desconocer el carácter clasista de la Revolución cubana y hacerse el bobo reclamando derechos desde una postura “revolucionaria” como pretenden algunos opositores.
Si los cubanos hubiesen escogido un modelo democrático burgués para construir su socialismo como lo hacen algunos pueblos de America Latina, la Universidad no podría ser sóla para los Revolucionarios, y una expulsión sería contraria al derecho burgués, pero la mayoría de los cubanos ha escogido un socialismo de otro tipo y muy particular. De lo contrario no hubieran firmado tantos millones el Juramento de Fidelidad al Concepto de Revolución tras la muerte de Fidel Castro y que no me digan que fue obligatorio que ese argumento no se sostiene.