Avanza en Cuba el “yo” por encima del “nosotros” pero por lo menos el territorio sigue siendo colectivo. La tierra fue creada por Dios pero los auto-titulados propietarios revenden lo que es de todos. Por ganar territorios, nos hemos asesinados en millones, así que siempre debemos recordar que clase monstruo egoísta arrastra nuestra especie por dentro. Si, con tal de poseer (momentáneamente) una parcela de polvo, un charco y un olivo, hemos clavados metales endurecidos en los vientres tiernos del vecino. Quien ignore nuestro oscuro pasado y presente, permitirá que se repita en el futuro.
Siempre me ha impresionado como tantos bosques silvestres son puestos en venta por alguien en especifico, y que la isla de Key Biscayne haya pertenecido a una sola familia. No es natural, aunque se repita durante siglos el abuso.¿Quien podría ser el primer dueño de montañas y pantanos?
El mercado no es posible sin propiedad privada, y puede existir en Cuba sin que se llegue a restaurar ese capitalismo que sufrieron los cubanos antes del ’59, y que terminó en dictadura militar. No me citen ejemplos de Suecia ni Noruega; los criollos de Cuba funcionamos sólo de una forma particular bajo el capitalismo liberal—aún cuando estemos transculturizados. Por esto, evolucionamos para llegar a una Revolución. Podemos mejorar más aún, pero retrocediendo pasos atrás y regresando al capitalismo liberal, sería involucionar. Tal vez nunca se repetirían las condiciones idóneas para obtener la soberanía otra vez.
Soy muy centrista en el asunto del futuro económico de Cuba, y como por añadidura soy también nacionalista. Debo estar en la lista negra de esos que señalan al “nacionalismo de derechas” o al centrismo derivado del reformismo burgués (como dijera Lenin). Entiendo que existen los caballos de Troya, que planean facilitar la dominación norteamericana sobre la isla. No es mi caso pero me gusta aclararlo para ayudar a los confundidos.
Para mi, el reformismo cubano de hoy no es burgués, sino mas bien comunista (la izquierda del PCC). ¿Queda muy claro ya? Hay quienes buscan crear la figura del diputado- líder, que en vez de representar a sus locales se enfrente al gobierno. Desean un nuevo parlamentarismo estructurado en facciones en disputa (¿partidos políticos?) y compuestas por políticos profesionales y con buenos salarios. Ellos son los que en verdad pudieran transformar la naturaleza del estado aún sin proponerselo.
Es verdad que la salida del poder de los históricos lideres de la Revolución deja vulnerable de alguna manera al estado socialista. Algunos funcionarios corruptos que controlan la economía estatal pudieran traicionar a los trabajadores y al pueblo en general con mucha facilidad. Así mismo hicieron los poderosos comunistas en la Unión Soviética y tal vez sean útiles algunas reformas del modelo para descentralizar un poder que no debe caer en malas manos. Pero no hay que tenerle miedo al nacionalismo, que en nuestra tradición es de izquierda. El centrismo, al menos desde el punto de vista filosófico, es vital para vivir en moderación.
Para promover algo de mercado en Cuba y mejorar la vida del cubano, no hace falta imitar modas peligrosas del liberalismo. Pongo por ejemplo la nada científica ideología de genero que ningún país podrá implementar al 100% por ser una locura no práctica. Ya sabemos las historias del UMAP y del maltrato a los homosexuales, pero de un extremo no debemos pasar al otro, erosionando la unidad nacional con disputas inútiles. Cuando el cubano no llega, se pasa, y por ahí tenemos una campaña que ya llega a las más tiernas criaturas en el sistema de enseñanza en la isla promoviendo una ideología ajena a nuestras tradiciones y a la Constitución del 76.
Cuando se usan los medios de comunicación como la Televisión estatal para hacer propaganda a dicha ideología con la esperanza de cambiar la opinión pública e introducir finalmente el matrimonio homosexual en la Constitución sin mayores complicaciones. Lo veo venir y aunque lo legalicen, seguiré diciendo que es un abuso del poder confiado.
No creo que la Revolución se halla hecho para estar a la moda o para complacer a esa izquierda internacional que tanto se esfuerza por apartarse del movimiento obrero. Se entretienen en otras luchas y frívolas marchas que no enfadan tanto a los centros del poder mundial. Coincidir con los planes de las Élites es un grave error pero bueno, en vez de escuchar la tradicional sabiduría, algunos prefieren aprender con los duros golpes de la vida. Ser revolucionario es otra cosa muy distinta, como:
“desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional”
Pero es más cómodo seguir la corriente cultural dominante. La familia tradicional trabajadora, es portadora de la tradición nacionalista en Cuba y de la buena costumbre de subordinar siempre la economía a las políticas del poder popular. Nuestros abuelos y nuestros padres tampoco deben ser excluidos. Fueron ellos quienes nos dieron la vida y cualquier intento de crear guerras generacionales con escusas revolucionarias es un fraude que termina en fractura y confusión. Ese tipo de rebelión estéril es una enfermedad de la mente; un virus creado por las Élites.
La pesadilla jurídica que puede sufrir la nación cuando se enfrente a varones criminales que dicen sentirse mujer para ser enviados a las prisiones femeninas, o de pillos que quieran evadir el servicio militar, sólo sería el comienzo de un infinito número de demandas civiles y un alejamiento de los deberes ciudadanos provocado por un experimento liberal y destructivo del estado-nación.
Con hombres y mujeres seguros de si mismos se puede construir un modelo casi perfecto donde el mercado no devore, sino que se subordine a la voluntad general. Siempre habrán ciudadanos descarriados que deben ser corregidos y su rehabilitación creara empleos y esperanzas de renovación porque casi todo mal tiene su cura. El nuevo hombre sigue siendo posible en un mundo tan decadente, lo que no es tal y como te lo imaginas porque como dije…será nuevo.