Lo peor de los fracasos es ese que ocurre por culpa ajena. Mientras tratas de reparar el daño ocasionado por otro, te preguntas el porqué no actuaste como el jefe que eres. La prensa pinta la nueva política de Trump hacia Cuba como un logro de Marco Rubio, creando un teatro de cómo la picardía cubana logró persuadir al presidente para que castigara la isla rebelde. Creo que Trump no debería unirse a los fracasados (para usar su terminología favorita suya) ya que Marco Rubio perdió las elecciones presidenciales, y ese trió de Rubio, Balart y Ros-Lehtinen no pudiera estar más desconectado del pueblo de la isla de como lo está.
Rubio, a pesar de ser un Republicano capitalista de libre-mercado, quiere practicar la ingeniera social en Cuba con total autoritarismo. ¿No deberíamos dejarle al pueblo soberano cubano forjar su propia realidad en plena Libertad? Marco Rubio piensa que no. ÉL quiere decidir como será Cuba…desde el Senado de Estados Unidos. Habla la estrella de la nueva política hacia Cuba:
“Cuba lucirá muy diferente” se jactó Marco Rubio de forma delirante con los periodistas, como si él pudiera decidir el aspecto físico de un país fuera la jurisdicción estadounidense. Será posible que toda esa charla de libre albedrío que machuca Radio-TV Martí como sentimental propaganda, en el fondo sea sólo un cuento bonito, porque los injerencistas políticos quieren decidir por los cubanos en la isla? Claro que si…
…“estoy tratando de crear un sector de negocios cubanos” palabras textuales del senador que aboga por libertad económica en Estados Unidos, pero dicta despóticamente cuales son sus caprichos para un país que no parece conocer.
La libertad se toma, no te la trae desde afuera ninguna águila imperial y si ya la tienes, sólo puedes perderla.
Pensaba esperar hasta mañana para escuchar las palabras de Trump pero ¿para qué, sí este no es el plan de Trump? Entiendo que todo líder debe delegar funciones. Sí Cuba fuera sólo un cayo comunista poblado por felices salvajes con AK47s entonces tal vez Rubio si pudiera hacerse cargo de eso pero la ‘llave de las Americas’ no es esa caricatura.
Trump cometerá un error al pronunciarse mañana como un intransigente más de un pequeño (ruidoso) grupo de exiliados. No observó el ejecutivo cuando visitó a la brigada que sólo le escuchaba una trágica minoría de ancianos canosos? Lejos esté de mi sonar ni remotamente irrespetuosa con nuestros ancianos, incluso los más violentos, pero el bulto de la comunidad cubana en Miami no está de acuerdo con lo que va a decir Trump mañana. Su postura trasnochada viene tan garrafalmente contraria a la voluntad general, que me atrevo a predecir que será un rotundo fracaso en la nueva política exterior hacia Cuba, y el presidente tendrá que reconsiderar la estrategia.
Aunque el sur de la Florida no votó por Trump, no olvidemos que los demócratas salen a votar sólo en las presidenciales, mientras que los Republicanos (en especial los retirados que disponen de más tiempo y disciplina) no fallan en elegir sus adorados representantes de siempre. Por eso tenemos en Miami unos congresistas republicanos que ahora lidian con Trump y casi deciden la política hacia Cuba sin representarnos bien.
Algunos de esos opositores que ahora saltan de alegría imaginando el escenario de nuevas batallas, o que piden a Trump que les apoye a realizar encuestas y consultas de todo tipo, saben muy bien como vivir del cuento sin llegar a ninguna parte. Otros, más cercanos a la izquierda reformista cubana que planea sujetar con grilletes constitucionales al PCC cubano, sueñan con un golpe suave que termine desmantelando al ejercito cubano. De seguro se alegran también que Marriot pierda todo su dinero y esfuerzo en cabildear a favor de los viajes a Cuba en caso de Washington prohibir el comercio con empresas controladas por militares cubanos.
Todo intento de golpear a los militares cubanos con sanciones económicas, inevitablemente dañará al pueblo cubano sin que se produzca el deseado cambio de régimen. Por lo tanto, la extrema derecha nunca quedará satisfecha con Trump y Cuba que es tan particular, y que de la adversidad saca siempre nuevas energías saldrá más justificada y reforzada ideológicamente.
“Ni actividad, ni espíritu de invención, ni artes de comercio, ni campos para la mente, ni ideas originales, ni amor a la libertad siquiera, ni capacidad para entenderla, tenemos que aprender de los Estados Unidos.”—Jose Martí.