Estudiar siempre cuesta dinero aunque sea de forma indirecta. Antonio Rodiles representa al disidente que pretende con una pared de diplomas competir por el poder criticando a figuras prestigiosas como Raúl Castro, apoyado en la idea elitista de que si tiene estudios superiores tenemos que obedecerle.
La definición de un mercenario es aquel que lucha sin ética por un salario así que no importa cuanto irritemos al enemigo con el viejo calificativo, porque no es una difamación sin base a ellos, y nadie los manda a comportarse como tal. No es nuestra culpa que hagan siempre lo mismo. Porque a los disidentes les moleste el calificativo no hay porque intimidarse o pensarlo dos veces.
I calls ’em like I sees ’em: Mercenarios
Imponer la idea de que una casta de intelectuales de derecha decida los destinos de la nación de espaldas a lo nacional-popular en Cuba es pura contrarrevolución, ya que el Ejercito Rebelde lucho por la igualdad de forma evidente en la isla, y la famosa campaña de alfabetización no se hizo para crear castas intelectuales, sino para elevar a los humildes.
Queridos lectores, yo no cuento con ningún titulo en lo absoluto. No tengo diploma universitario de nada. Ahora por no tener una carrera o dos, ¿no estoy calificada para hablar de política, cultura o temas sociales? Imagínense que horrible seria habitar ese mundo discriminatorio de Rodiles donde todos tus logros, obras y trabajos son porquería si careces de un simple certificado que vale una pasta adquirir y no garantiza talento.
De hecho, el mundo laboral está siendo revolucionado en la actualidad en el primer mundo para evaluar el potencial de la persona independiente de que escuela proviene. Se ven demasiados casos de verdaderos incompetentes que son despedidos al demostrar las escuelas otorgan títulos a veces a verdaderos incapaces por tal de cobrar exorbitantes precios. Lógico, los países necesitan especialistas por lo que la creación de profesionales debe continuar siendo gratuita en Cuba y tendrá que evaluar el nivel de exigencia para no bajarle la calidad a la producción en masa de tan necesitados especialistas. Son bienvenidos los técnicos, no los tecnócratas, pues el pueblo es quien manda.
Crear nuevas costumbres al parecer es la única esperanza de los que sueñan con el poder en Cuba. A pesar de la poderosa propaganda de Radio Martí a personajes que viven sin trabajar pero disponen de un dinero mal habido y nunca declarado, nunca lograran su propósito. Eso no será fácil Los humildes y sencillos pero con la moral bien en alta siempre nos preguntamos con sentido común (porque los pueblos no somos tontos):
¿Y cómo tu te hiciste de ese dinero?
Si no hay un trabajo creíble o una fuente clara de ingresos pero continuamente están en la palestra publica sin hacer nada en concreto excepto hablar mal de Cuba y sus habitantes, entonces podemos concluir que son mercenarios. En Moderna, el tema de este domingo fue Rodiles y su afán de notoriedad basado en sus “títulos y doctorados”.
Finalizo con la frase de un comentarista en youtube en respuesta a mi foto para la carátula de este episodio: