Esta semana el diplomático cubano Juan Antonio Fernández enfrentó durante el “Diálogo Hemisférico” al vocero de una coalición de derechistas que usan máscaras de demócratas para confundir a los pueblos. Lo que hizo el diplomático estuvo muy bien hecho, porque dicha coalición se hace pasar por “sociedad civil” mientras se apoya en los elementos más reaccionarios de la extrema-derecha de Miami y en la propaganda de la entidad federal “Noticias Martí” y financiamiento gubernamental.
El mito contrarrevolucionario del asesinato de un opositor que murió por causa de un extranjero, Angel Carromero, que tenia su licencia de conducir suspendida, ha sido cultivado por la propaganda derechista internacional y puesto sobre los hombros de la hija del fallecido para que lleve adelante una farsa contra su propio pueblo.
Es un mito mal fabricado y nunca será parte de la historia de Cuba por muchos premios artificiales que se pasen los unos a los otros. Esos premios no salen de la sociedad civil, ni de la sociedad política elegida por los civiles. Esos premios son símbolos para engañar a los tontos.