Ya hubo unos cuantos que se rompieron las vestimentas por el matrimonio homosexual/ideología de genero cuando escucharon el ultimo Moderna, decepcionados con esta sorpresa y dispuestos a no “apoyarme” más. Quien se sorprenda a estas alturas de que yo no apoyo la parte del ante-proyecto de la constitución actual, que permitirá TODO tipo de creativo matrimonio (como si es con un menor) siempre tanto y sea solo entre dos personas–realmente no ha leído este blog.
Para mi, ser Revolucionario de verdad es “desafiar a poderosas fuerzas” si son un mal, y que yo sepa, lo más políticamente correcto del momento es sacar una bandera multicolor en defensa de los transexuales. Vamos, ¡que hasta el mismísimo Trump lo apoya, y él es ahora anti-aborto!
Hay que cambiar todo lo que anda MAL en Cuba…pero no para imitar como carneros a los demás. Todos los gobiernos neo-liberales de occidente son pro-gay, pro-trans. ¿Son esas las condiciones para futuros prestamos de la banca mundial?
Como les he dicho antes, la revolución de 1959 en Cuba tuvo un comienzo muy juvenil y lleno de ilusiones; es más fácil ser optimista cuando eres un país rebosando de juventud. El 60% de su población tenía menos de 16 años al caer Batista. Hoy Cuba es un país envejecido que necesita de instituciones que apoyen al matrimonio tradicional (el único que existe y lleva más de un siglo bajo ataque) y a la familia.
Sin embargo, lo que veo después de una prolongada campaña en medios estatales a favor de la Ideología de Genero (cosa que he criticado mucho en el pasado), se propone modificar el concepto del matrimonio para dar espacio legal a las uniones del mismo sexo. Curiosamente se persiste en la monogamia como razón de Estado, pero no ha de ser por respeto a la visión religiosa.
¿Porque no la poliandria o la poligamia? Porque el orden mundial no quiere más bebes.
En Cuba cuando una querida (una segunda esposa no reconocida por las leyes) pierde a su pareja queda desamparada, pero no tenemos un lobby de viudas reclamando derechos con la fuerza que lo hacen los militantes de la Ideología de Genero en la isla. Toda la propaganda desarrollada con el apoyo del estado cubano ya está dando resultados y muchas personas dentro de Cuba se manifiestan de forma favorable al peligroso cambio (no revolucionario) que modificara para siempre la naturaleza del estado cubano. Estamos hablando de un Estado laico que no se va a contentar con manifestar neutralidad en el sistema de enseñanza, sino que ha de propagar lo que se escriba en la Constitución. Van a “educar” a las nuevas generaciones en ciertos valores desconocidos por los protagonistas de la Revolución de 1959 y que les aseguro, pasará de moda cuando la humanidad pase por alguna hambruna, pobreza, guerra cíclica.
Ni Carlos Marx ni José Martí son la fuente de estos cambios presentados como “revolucionarios”. El Partido Comunista de Cuba tiene la elevada responsabilidad moral de poner freno a las propuestas que trastornan la naturaleza del estado cubano y de asumir un papel más nacionalista a pesar de su alma internacionalista teniendo en cuenta el mundo capitalismo en que vivimos y la influencia nefasta del capitalismo Escandinavo en la confiada izquierda cubana.
Es verdad que el marxismo tenia problemas con la familia tradicional como institución portadora de valores no favorables a la colectivización y desde el principio la desmitificó declarándola una entidad de carácter histórico, osea, algo que cambiaba según los tiempos. Luego, los marxistas más radicales y anticlericales quisieron ir más lejos y abrazaron la idea de que todo era una “construcción” social, que todo podía ser derribado–no sólo la familia, sino hasta la identidad de la persona humana. Para estos perplejos relativistas, hasta la identidad de la persona es algo artificial y por eso, han omo llegamos al extremo de ponerlo todo en cuestionamiento, incluso el sexo de las personas.
Este sábado la Asamblea lo aprobó, y aunque aún la población general no ha votado, lo más probable es que la nueva constitución venga con esa prótesis innecesaria y por lo tanto, no puedo apoyarla. Algunas otras reformas, como el no calificar de traidores a la patria a los desertores que violan sus contratos laborales, las celebro como se agradece una fresca brisa. También el reconocimiento de la propiedad privada es vital para ajustarse a las nuevas demandas del país que incluyen mercado y un estado de derechos como garantía.
Lamentablemente, el veneno siempre acompaña la buena comida.
Cada época tiene sus propios males y un ejercito de oportunistas que se le adaptan, pero era mi deber alertar, denunciar y enfrentarme al enemigo solapado bajo las nueva modas del pensamiento. Como siempre, su Yadira no busca ser popular con estas posturas ( al enfrentarme a una campaña multi-millonaria) pero no está en mi callar mis principios con tal de “caer bien” y creo que lo menos que puedo hacer es recordar a los cubanos que no están obligados a ceder bajo la presión global. El diseño original tendrá sus fallas, pero no por un dolor de cabeza te entregaras a la guillotina, ¿verdad?