En Cuba hay que proteger la inocencia del niño y rescatar la cultura popular antes que Cuba deje de ser la perla del Caribe. Si eres un buen artista no necesitas recurrir al sensacionalismo para producir o comercializar el buen arte. Hay un predecible revuelo entre los detractores de la Revolución cubana por el Decreto #349 como si en el resto del mundo, no existieran los permisos legales para llevar acabo las actividades publicas que pretenden interactuar con la población general.
La imagen arriba demuestra todo lo que no quiero que hagan con los niños cubanos al legalizar el matrimonio homosexual producto de la introducción de la IdeologÃa de Genero en la constitución.
Para avanzar su polÃtica personal, algunos ricos financian a los artistas que promueven su agenda particular (o que les facilita el lavado de dinero con obras vendidas por millones) y creo que va siendo hora de recordar que los “artistas” tampoco están por encima de la ley ni de la democracia.
Si mañana algún funcionario dentro del gobierno de Cuba utiliza dicho decreto para desfavorecer injustamente a un artista o personalidad publica por X motivos, entonces debemos juzgar el caso individualmente porque siempre es una buena idea tratar de darle un poco de orden a las actividades urbanas que pueden o poner en peligro la vida de alguien o atentar contra la decencia más elemental.
En el pasado he visto desfiles de modelos 100% desnudos en el nombre del “arte”. ¿Como Manuel Mendive o Tania Bruguera han podido organizar tantos espectáculos que atentan contra las buenas costumbres en espacios públicos en la isla? Y ya que Cuba es cada vez más capitalista, ha llegado la hora de frenar todo aquello que visual o auditivamente amenaza con destruir y pervertir el alma nacional.