La derecha ya sea en su variante conservadora o en su variante liberal pocas veces desea la igualdad excepto en el terreno de las libertades individuales. La derecha defiende a capa y espada la propiedad, el dinero y las herencias. La izquierda en cambio lucha tanto por la igualdad entre ciudadanos a la hora de repartir la riqueza, que a menudo propone un modelo no muy eficaz en lo económico. Si sumamos los problemas internos en la economÃa socialista a las usuales sanciones que se sufren desde el exterior, con seguridad vamos a pensar en Cuba y en los problemas que producen tales sanciones en la vida de los cubanos.
Marcos Rubio que representa a la derecha cubano-americana y defiende la propiedad y la libertad de los ciudadanos más afortunados económicamente, al parecer no le interesa tanto las libertades individuales, pues ha despreciado a Alex Jones un periodista alternativo y polémico de la derecha nacionalista. Frente a las cámaras de los grandes medios y con arrogancia dejo bien en claro que la variante mas rancia de la derecha cubana-americana escogida por Trump para su polÃtica exterior con relación a Cuba tiene un alma anti-popular y elitista.
La clásica narrativa marxista afirma que la comunidad primitiva era colectivista y que la propiedad privada y la desigualdad vino después. Hoy es bueno señalar que a menudo lo primero es el abuso de la derecha, que apoyada en el Estado incrementa su riqueza y abusa de los pobres. La respuesta justa como es de esperar vendrá entonces de la izquierda. Es lo más lógico, y sin embargo la derecha se empeña cada vez más en ser totalitaria y perseguir el fantasma del comunismo.
Siempre y tanto la derecha neo-liberal abuse de su prójimo, habrá una respuesta de izquierda, e incluso nacionalista, y por lo tanto condeno la frase estúpida que andan algunos repitiendo como papagayos, de que el socialismo quiere compartir (regar) la pobreza, cuando mas bien la izquierda lo que hace es luchar contra la pobreza, y te lo dice alguien que no se identifica como socialista. Dogmas asà carecen de profundidad y acostumbran a la gente a no pensar por si mismos, al aceptar sentencias tan superficiales y propagandÃsticas, porque de verdad es la derecha neo-liberal más bien la que necesita que las mayorÃas estén pobres.