En esta foto del 2010 aparezco en la calle ocho en Miami participando como parte de Grupo Caimán de una marcha de apoyo a las Damas de Blanco y su activismo a favor de los presos polÃticos en Cuba. En esos dÃas me parecÃa legÃtima su lucha y hubiera estado dispuesta a apoyarles con total responsabilidad. Al pasar el tiempo vinieron los escandalos cambios internos y empece a revisar mas cuidadosamente lo que hacian y promovian en mi Patria, (es de todos,¿no?).
Creo que ha llegado la hora de que en un acto de decencia polÃtica se disuelvan y como cubanas tomen el camino honorable que todo ser humano debe tomar al lado de la verdad y la justicia.Esa agrupación perjudica ahora gravemente la normalización entre Estados Unidos y Cuba prolongando de forma artificial una polÃtica subversiva ya dejada a un lado por el gobierno norteamericano, al menos en su forma más grosera de promoción de desordenes públicos, y por otra parte son un espectáculo grotesco de intolerancia y malas costumbres que manchan lo que pudiera haber sido una oposición decente al gobierno.
El acto de repudio donde un coro de “damas de blanco” le gritaba a Alejandrina GarcÃa literalmente: ¡Abajo los traidores!… ¡Traidora!...¡Que se vaya!…y finalmente no le dejaban ni defenderse verbalmente y le gritaban también ¡No queremos escucharla! es tan lamentable como representativo de un movimiento totalmente dominado por las bajas pasiones y el deseo de lucro.
VIDEO
Los mas altos ideales no tienen porque ser un atributo exclusivo de los gobiernos y una oposición natural puede contribuir al alma nacional siempre y cuando no degenere ante los ojos del pueblo. La ausencia de principios éticos entre las “Damas de Blanco” no se arregla como proponen algunos exiliados apartando a Berta Soler de esta organización, sino apartando de la vista pública y disolviendo por completo algo que no debió existir más allá de la liberación de los presos polÃticos por las que ellas se movilizaban en el pasado.
El pueblo cubano merece respeto porque durante mucho tiempo ha resistido mil tormentas sin entregar su bandera a extranjeros o a delincuentes internos. Años de bloqueo económico, de propaganda subversiva, de intentos de humillar la dignidad nacional, o de provocar “revoluciones de colores” han demostrado que el patriotismo es algo real. Eso no quiere decir que la Revolución cubana ha sido un proceso inmaculado.
Injusticias, corrupción y polÃticas económicas erradas han hecho daño y ese cansancio en el alma revolucionaria y utópica del cubano de izquierdas pudiera dar oportunidad a los que esperan en las sombras y con los dientes afilados.
Este cubano que hizo un video donde explica como Berta Soler y Angel Moya pasaron de la violencia verbal a la agresión fÃsica y a las amenazas de muerte contra su persona, demuestra con sencilla claridad que este tipo de oposición en realidad no tolera al periodismo libre como el ejercido por la vÃctima. Tienen ellos sus cámaras predilectas en los grandes medios, y sus periodistas favoritos en el extranjero. Es una oposición artificial, sustentada desde el exterior y por lo tanto no legÃtima.
Personalmente creo que la mayorÃa de las Damas de Blanco han sido mujeres vÃctimas no del gobierno cubano, sino de una época oscura de sufrimientos y vacÃo moral provocados por las sanciones económicas contra Cuba. También debo incorporar a dicho fenómeno el aislamiento planificado estratégicamente contra el pueblo cubano como terapia de choque en los dÃas del “Periodo Especial”.
Los prolongados apagones, la pobreza como resultado tambien de la propia ineficacia del modelo económico, TV Martà y las salidas ilegales del paÃs sacudieron con tanta intensidad a la sociedad cubana. SerÃa anormal que no se hubieran formados disidentes por salario.
Quizás algún dÃa exista en Cuba una oposición natural con proyectos reales como alternativa al gobierno, pero por ahora los cubanos debemos entender lo sucedido. Debemos estudiar sin prejuicios e investigar cuáles son los horizontes posibles. Luego con la fe bien sólida, confiar en nuestra capacidad colectiva para avanzar desde lo popular y lo nacional sin que nos paguen por ello.