Los exitosos diseñadores de alta costura, Stefano Gabbana y Doménico Dolce son homosexuales y sostuvieron una relación amorosa durante más de 20 años pero nunca vivieron juntos. Recientemente, se expresaron en una revista italiana a favor de la familia tradicional, explicando que “tú naces y tú tienes un padre y una madre. Por lo menos debe ser así.” Su concepto conservador sobre la agrupación humana más natural y antigua está basada según el en haberse criado en un hogar Católico Apostólico y Romano.
Ha sido criticado severamente en parte porque no se concibe ni perdona que un diseñador de moda que pertenece a ese glamuroso mundo de fiestas y celebridades típicamente liberales, no apoye la adopción de parte de homosexuales. En varias ocasiones ha dejado bien claro que se opone a la idea de que un niño se crie con dos padres homosexuales. Con un pragmatismo realista propio de un nativo de Sicilia, ha dicho “Yo soy gay. Yo no puedo tener un hijo. No creo que se pueda tener todo en la vida’.
Stefano Gabbana declaró que para él, “la familia no es una moda”.
Otro famoso homosexual pero británico ha entrado en conflicto con los diseñadores y da mucho que pensar. Por un momento se derrumban algunos mitos levantados a golpes de propaganda. Asombra cómo Elton John lanza ahora una campaña internacional desde Gran Bretaña para afectar los intereses de la empresa italiana Dolce & Gabbana bajo argumentos de tipo moral.
Elton John es parte de la casta británica que lleva “título de nobleza” y sin dudas es parte del imperialismo cultural del siglo XXI. La empresa italiana Dolce & Gabbana ya ha sido públicamente criticada en otra ocasión por ASA (Advertising Standards Authority) entidad británica independiente que vigila la publicidad.
El músico se ha enfadado con la firma de moda italiana por las recientes declaraciones, en particular por lo dicho en contra de los niños ‘probeta’ que definieron de “sintéticos”. Se enojó mucho y dijo: “Tu pensamiento arcaico no va acorde con los tiempos actuales, justo igual que tu moda. Nunca jamás volveré a llevar ropa de Dolce & Gabbana.”
La pregunta oportuna es ¿Esto es todo? ¿Qué nos esconden?
Personalmente creo que la fecundación in vitro es algo que no debe perturbar a nadie desde el punto de vista moral o religioso, pero dejemos a un lado el elemento de distracción. Lo que se trata de hacer es castigar al homosexual que reconozca la importancia de la familia formada por un hombre y una mujer.
La forma en que Elton John pidió castigar a la empresa Italiana me llamó la atención. Cuando se dice que el contrario es arcaico se insinúa que uno es el moderno. Elton John tiene 67 años, así que es un jovencito si lo comparamos con aquellos imperialistas británicos que se iban al África a decirles a otros pueblos cómo salir de “la barbarie”.
Siempre desde el norte se le trata de decir al sur cómo pensar y aunque el objetivo de dominación se mantiene, la forma se modifica y se adapta a las modas del pensamiento. En este caso se trata de imponer la “ideología del género” dentro del pensamiento liberal. La verdadera causa del crispado ataque de Elton John contra la opinión del diseñador, es que en este caso es un famoso homosexual italiano que reconoce el valor de la familia clásica. Esto pudiera dar al traste con la avanzada ideológica que pretende englobar a todos los homosexuales en un sólo bloque contra la familia tradicional.
Hoy se experimenta y se aplican fundamentalismos en el campo más liberal y prestigioso para imponer un nuevo tipo de derecho jurídico que haga más fácil la dominación sobre los pueblos. Es para que estos no se rebelen de la forma que lo hicieron en el pasado. La intransigencia de Elton John saca a la luz la división existente en el pensamiento de la comunidad LGTB ¿Cuantos homosexuales piensan en privado de forma diferente a cómo se expresan públicamente?
Para nadie es un secreto que está de moda la ideología de género y el matrimonio homosexual. Sabemos que hay homosexuales que en privado confiesan que no están de acuerdo con el matrimonio homosexual, ni con la adopción por parejas del mismo sexo. Entonces si hay miedo y doble moral, podemos deducir que estamos ante una guerra ideológica. La propaganda y la fabricación de estados de opinión acorralan la libertad de expresión. Podemos concluir que dicha libertad de expresión no se aplica a aquellos grupos a los cuales se les exige cierto comportamiento que ayude a promover alguna agenda particular o un cambio social.
No todos los homosexuales son ricos y famosos, ni tampoco existe una mafia homosexual que conspire contra todos. En fin, Stefano Gabbana declaró que para él, “la familia no es una moda”.