Mientras en Miami algunos continúan poniendo énfasis en las cosas que nos dividen como cubanos, otros se llenan de ilusiones con la normalización entre Estados Unidos y Cuba.
Por una parte están los que no quieren renunciar a su visión contrarrevolución y explotan sentimentalmente la tragedia de los balseros como argumento favorito para criticar a Cuba, entre otros. Por otra parte están esos mismos balseros cuando quieren regresar a Cuba cuanto antes posible y apoyar económicamente a sus amigos y parientes, sin importarles mucho el discurso polÃtico montado sobre ellos desde la derecha.
Si el balsero viene “huyendo del comunismo” como repite continuamente la propaganda, ¿Como es posible que no teme regresar a esa pesadilla polÃtica?
Sin darle mas vueltas al asunto y guiándonos por el sentido común podemos afirmar que la emigración por motivos económicos no debe ser secuestrada por una derecha a la que no pertenece por vÃa natural. Tanto el que vino por vÃas ilegales, como el que vino con visa de emigrante, generalmente apoya la normalización porque sospecha que todo lo que sea acercamiento entre ambos paÃses le beneficia.
Ahora que nos acercamos al próximo 20 de julio. Ese dÃa tendrá lugar la reapertura de embajadas en las respectivas capitales, basta salir a las calles de Miami y preguntarle al pueblo trabajador para darse cuenta uno de cuan falsa es la visión que nos imponen los medios en Miami sobre el asunto cubano.
He salido está vez a las calles de Hialeah a preguntar y lo mismo cubanos que otros latinoamericanos nos dejan saber claramente su inclinación al dialogo y a toda polÃtica de acercamiento. A continuación se los comparto.