He hecho este mini cartel pensando en todos esos artistas modernos como Victor Manuel o Carlos Enriquez, que no deben ser confundidos con los charlatanes.
La indecencia de Tania bruguera no está en sus obras obscenas o en la promoción de las drogas duras… sino en su egoÃsta intento de sabotear la normalización entre Estados Unidos y Cuba. Ella de escándalo en escándalo trata de provocar para llamar la atención y luego hacerle daño a su pais. Es apoyada por la propaganda antinacional y usa el disimulo del arte con propósitos polÃticos. ¿Quien está detrás de ella? Cualquiera menos el pueblo cubano.
La mayorÃa de los cubanos no comprenden ni aman su obra “artÃstica”. Lo feo y degenerado, jamás será popular en ninguna parte, excepto en algunos grupos cerrados de intelectuales. Se que hay un espacio en el mercado para todo tipo de vanguardias, pero el escándalo polÃtico como recurso de propaganda para promover esa mercancÃa no es usual, por lo tanto sostengo que su intención es totalmente polÃtica asi que concluyo que esto daña a los artistas honestos.
El espacio público que Bruguera trata de subvertir debe ser protegido por el Estado, y no sólo para frenar “revoluciones de colores”, sino para impedir la decadencia de las costumbres públicas. Es siempre a través de la desmoralización por donde mejor se introduce el enemigo de la soberanÃa. Por supuesto que los artistas que se prestan para los roles o papeles de “mercenarios”, tratan de distanciarse de la derecha conservadora para aparentar ser progresistas, modernos y hasta una pizca de izquierdistas como la rojiza cereza encima de la barquilla de helado.
Todo esto es hipocresÃa que se desarma en cuanto observamos quienes promueven su activÃsimo.
La Oficina de Asuntos del Inmigrante de la AlcaldÃa de New York regala a Tania Bruguera una beca que se entrega por primera vez y también el Museo de Arte Moderno anuncia que compró la obra “Sin tÃtulo” (La Habana 2000), una obra de performance que en realidad es un trabajo grosero que en un mundo bastante obsceno ya de por si no escandaliza a muchos, y que expresa la propia podredumbre de la activista.
Una vez Lenin dijo:
“El arte es para el pueblo. Debe clavar sus raÃces más profundas en las grandes masas trabajadoras. Debe ser comprendido y amado por éstas”
Creo que tenÃa razón en esto. Luego desde la izquierda las cosas se complicaron y la vanguardia más extrema se coló alejando al ciudadano más sencillo de la galerÃa de arte. Quizás la izquierda, cansada de esperar por una clase obrera que no acababa de convertirse en sujeto revolucionario, puso sus ojos en otros grupos sociales.
Esa rama de la izquierda sin rumbo, la de Europa Occidental, confundió entonces al degenerado moral y enemigo del orden social (porque es un vicioso), con el individuo que aspira de manera revolucionaria a un mundo mejor. Ahà tenemos a una Tania Brugueras, formada (aunque no creo que completamente) por la Revolución cubana y convertida hoy en un instrumento más de la contrarrevolución. Ella no tuvo que desechar la enseñanza artistica que recibió, que se presta para lo bueno y lo malo, y que cada vez creo más que necesita una nueva escuela de patrones elementales de cordura ética y estética.
No estoy insinuando que en Cuba necesitan los artistas e intelectuales liberales la segunda parte del “Quinquenio Gris” porque no creo tanto en la eficacia de las regulaciones en cuanto a la cultura. Cada creador debe cultivar su propia conciencia y sentido comunitario, ya que demasiadas veces las regulaciones son abusadas para satisfacer mediocres envidias o venganzas personales contra inocentes asà que no os asustéis almas refinadas.
Quizás necesitamos una Revolución nacional en el mundo artÃstico. No se preocupen, que no se trata de quemar o tirar a la basura el “arte degenerado”, sino de promover lo bello y lo bueno por vÃas polÃticas para beneficio de los humildes, que son la mayorÃa nacional.