Ir a los Estados Unidos es el sueño de muchos pobres latino-americanos para mejorar sus vidas. Con los cubanos sucede lo mismo, pero con mayor fuerza debido a tantas décadas de sanciones económicas y propaganda mediática que llega a la isla como esos pomitos vacÃos que se acumulan en las playas cubanas.
No creo que el cubano sea más débil que otros pueblos frente a la atractiva opulencia norteamericana. La guerra económica que sufren los nativos en la isla contrasta mucho con las oportunidades que Estados Unidos ofrece a los que se muden a su territorio, y eso es un poderoso motivo para emigrar.
Debido a estas razones de sentido común me gustarÃa que ese gran grupo de cubanos, ya una verdadera multitud, llegue cuanto antes a los Estados Unidos.
Costa Rica al desbaratar las estructuras que conducÃan a los cubanos hizo como el policÃa que se hace visible en el tumulto del tráfico que en vez de acelerar el movimiento lo vuelve más lento porque todos los autos alrededor entran en pánico quieto.
También dio Costa Rica un golpe bajo a su vecino, al autorizar la emigración ilegal en territorio ajeno.
Ya se protesta en Miami contra Nicaragua públicamente, aunque en privado la extrema derecha dice que esos cubanos que vienen son las “ratas que huyen del barco”. Esas son palabras rudas. No hay honestidad en la protesta, porque es sólo politiquerÃa. Demasiados en esta costa guardan sentimientos mezquinos con los que vienen por razones económicas.
Nicaragua es un paÃs pobre que ha recibido durante muchos años donaciones internacionales para sostener proyectos sociales. En sus zonas rurales cada mañanita hay una multitud de niños caminando sólitos a las escuelas, a veces por carreteras no muy seguras y en lugares apartados. Si de repente cientos y cientos de extranjeros forman multitudes y caminan por sus caminos rurales, lo normal es que no serán bien vistos por las autoridades del paÃs. Los cubanos sin pedir y obtener el permiso legal se lanzaron sobre los bordes fÃsicos de la frontera y los derribaron llegando a penetrar ilegalmente al paÃs.
Para entender esta crisis con objetividad pienso en una buena hipótesis. Imaginemos a 3,000 haitianos recorriendo la carretera central de Cuba sin pedir permiso alguno. Cuando les preguntan descubrimos que se dirigen a la Habana para desde allà dar un salto a Miami, donde le esperan con los brazos abiertos. ¿Como reaccionarÃan los locales?
Este movimiento de cubanos por Nicaragua no es nuevo. En el pasado, han llegado cubanos a Managua para trabajar como ilegales y asà intentar reunir dinero para seguir hasta Honduras. Esta vez, son demasiados. Al parecer Costa Rica ya desde hace tiempo tiene varios conflictos con Nicaragua y no trató de evitar esta avalancha, sino que la favoreció reteniendo a los cubanos y finalmente liberándolos cuando ya era elevado su número.
El gigantesco grupo avanzó por la Panamericana, 8 kilómetros dentro de Nicaragua obligando a cientos de camiones de carga a detener su viaje a Costa Rica.
El Gobierno de Nicaragua ya aseguró que por el bloqueo de carreteras ha perdido $720,000 dólares en impuestos por el embotellamiento de más de 600 camiones de carga.
El peor de los atropellos que puede caer sobre esta caravana cubana es que se politice lo que es un problema humanitario. Ellos no vienen huyendo de una guerra civil como los sirios, ni del comunismo como dicen los de siempre en la TV de Miami.
Ellos vienen huyendo de las consecuencias del bloqueo norteamericano.
Cuba sufre sanciones desde mucho antes de que estos cubanos nacieran, y son atraÃdos por el mismo paÃs que les hace la guerra económica cuando están en la isla, pero que les premia si entran ilegalmente a su territorio. Es una situación única en el mundo, de manera que requiere una observación particular.
Estados Unidos ya tiene programas especiales para alentar a médicos cubanos a que abandonen sus contratos y se conviertan en refugiados polÃticos, estos son los predilectos por supuesto, pero tampoco pierde con la entrada de otros grupos sociales.
TODOS son capital humano que pierde Cuba. Salieron legalmente de la isla (por el aeropuerto hacia Ecuador) y esto es un buen filtro contra delincuentes. No hay ningún prófugo de la justicia cubana entre estos emigrantes.
Para los empleadores futuros de los que decidan trabajar aquÃ, son una mano de obra barata que ayuda a mantener los salarios bajos. Son potenciales obreros que ni irán a la escuela publica (ahorrándoles gastos al Estado) y que tampoco se van a organizar en sindicatos para complicarle la vida a los patrones. Sin contar que al recorrer los paÃses hispanos, dan una mala imagen al socialismo cubano.
La ley de ajuste cubano serÃa irresistible si se aplicara a cualquier otro pueblo de la región, porque siempre hay pobres y Estados Unidos es el más rico de los paÃses. Por lo tanto, el responsable de este movimiento migratorio es el gobierno de los Estados Unidos y debe de ocuparse de enviar recursos para evitar muertes, que ya las hay, violaciones y todo tipo de atropellos que están sufriendo los cubanos. No puedes tener una ley y no atender sus consecuencias.
Monitoreando las redes sociales en ingles, he observado que un alto porcentaje de la población estadounidense esta confundiendo los cubanos con los refugiados Sirios, que la administración de Obama pretende recibir unos 10,000 refugiados. Rechazan la entrada de personas que muchos aseguran son musulmanes, o sea, potenciales terroristas.
La odisea de estos miles de Cubanos, incrementado desde hace poco a un 78% en los últimos nueve meses, ha coincidido con un panorama mundial de terrorismo que incluye el terrible ataque en ParÃs el viernes pasado, un avión Ruso derribado quizás por ISIS y la amenaza pendiente a un nuevo ataque en Estados Unidos. En estos momentos no hay mucho sentimiento nacional a favor de miles de nuevos inmigrantes.
Se les tacha de roba-empleos, recostados al sistema publico, terroristas enmascarados y portadores de culturas ajenas ya que los nuevos residentes no buscan asimilarse a los valores de esta nación sino consumir sus bienes materiales.