Cuba ha sufrido varias intervenciones militares estadounidenses, pero a casi nadie se le ocurre hoy en día que pueda repetirse algo tan atroz…¿o si?
Sería una verdadera sorpresa, y más aún cuando después de medio siglo de guerra fría y enemistad se abrieron embajadas en ambos países (cosa que siempre quise y se logró). A pesar del lenguaje Republicano-Anticomunista de la actual administración, ahora se habla de la posibilidad de que se suspendan los apoyos económicos a la subversión interna en la isla. Que Estados Unidos deje de financiar a la oposición cubana parece imposible–a no ser que no tengan otros planes más inmediatos y clásicos para cambiar el régimen que no les agrada. Mismos propósitos, diferentes métodos. ¿Para que pagar por marchas, huelgas y reuniones, si puedes lograrlo todo más rápido desde destructores lanza-misiles estacionados en el mar caribe?
La visita del presidente a la brigada 2506 pudiera ser interpretada como de apoyo a la linea dura para cambiar el régimen político de Cuba, pero de esos gestos políticos relacionados al mundo electoral a una acción militar contra Cuba hay una gran distancia. Por eso ni le presté atención durante la campaña a ese episodio. Una agresión militar sólo estaría motivada por causas ajenas al compromiso de Trump con una comunidad que después de todo terminó votando contra él en las elecciones presidenciales. No olvideis; Miami-Dade votó por Clinton.
El pragmatismo de Trump y sus hábitos de negociación están siendo perturbados por los malos consejos y por las trampas que sus oponentes políticos le tienden en su camino para hacerle quedar mal. También, por cubano-americanos que quieren un cambio de régimen en la isla y se oponen a la normalización de relaciones.
La geopolítica ya es otra cosa. Aparte de la escalada de tensión en el pacífico, hay temor de una intervención militar en Venezuela que atraviesa por una profunda crisis que la propaganda relaciona con Cuba y su política de exterior. En Miami, la extrema derecha sueña con una intervención en Venezuela que también perjudique a Cuba, pero en círculos más conspiradores, se pudiera estar discutiendo el asunto con otro orden de prioridades. Venezuela está armada y poblada, Cuba no tanto. Si eliminas a Cuba primero (el ‘cerebro’ según los derechistas), la gran Venezuela desorientada caería más fácilmente.
Si en Cuba estalla un gran disturbio social (y tal vez algun sniper desde una azotea pone sus ojos en algún joven o sujeto ‘débil’), entonces la rápida acción militar de Estados Unidos estaría más justificada. De esa manera, nos dirían la famosa frase de la ‘olla de presión’. La opinión pública entendería que al eliminarse la ley “Pies Secos Pies Mojados” fue inevitable la explosión que antes se aliviaba con la emigración. ¿Sera posible?
Claro está, que en medio de una acción militar estorba bastante esa ley que permitía la venida masiva de hombres en edad militar desde la isla, así que pueden imaginar el panorama con varios matices.
Un avión C-17 en el aeropuerto Jose Martí en el 2017. Curioso, ¿verdad?
Por supuesto que la proximidad de Cuba a Estados Unidos la convierte en un aliado natural con valor estratégico en materias tan serias como el terrorismo, protección del medio ambiente (aunque eso suene izquierdista), lucha contra el narcotráfico y la inmigración ilegal.
El problema es que la extrema derecha también sueña con ofrecer ese tipo de alianza a Estados Unidos desde una Cuba bajo su control. El viejo deseo de acabar con el país más soberano de América sigue muy vivo en varias cabezas y no se calmará ni aún logrando el legislador Rick Crawford pasar su proyecto de ley que busca imponer un impuesto del 2% a toda venta de alimentos a Cuba para entregarlo a quienes reclaman compensaciones en Estados Unidos por bienes confiscados por la Revolución en la isla. Más de 8000 millones de dólares reclamados podrían salir de los bolsillos de Cuba, pero aún así no serían saciados los viejos apetitos combinados con el odio y el rencor. La extorsión no tiene limites, así que quien crea que pagando a los piratas puede saciar sus codicias, está siendo ingenuo.¿Quién pagará a Cuba por los daños del bloqueo?
Trump prometió una cosa y en cierta medida está haciendo otra, al enfretarse al reto más dificil de su vida. Un sólo hombre debajo del gran aparato estatal necesita mejorar su imagen. Se logra con constantes gestos imperialistas…aunque halla prometido ser más nacionalista, porque el EE.UU. que conocemos, no puede ser otra cosa sin dejar de existir. Si en uno de esos zarpazos decide una agresión escandalosa y simbólica a la isla soberana para proyectar fuerza o para complacer a sus malos consejeros, aunque no envíe tropas el daño en la relación entre ambos pueblos será gigantesco.
Yo no temo por Cuba, va a continuar siendo un país soberano a 90 millas del imperio como lo ha sido desde el 59, pero en este Memorial day estoy recreando en mi mente un posible escenario que quizás el Estado Profundo ha determinado seria ideal para hacer las cosas a su manera este 2018. Según el Granma, el consejo de Estado se reunirá en una ‘sesión extraordinaria’ el primero de Junio. Prestemos atención.
Ayer ´trabajando’ con mi equipo cinematográfico (pues esta vez sólo fuí de turista). Fue un grato y largo día de verano. Ver tantos aviones durante mucho tiempo inspiró grandemente este blog post. Tambien me curtí como si hubiese ido a la playa.