La mayorÃa de los cubanos emigrados conocen los pulgueros, aunque no lo anuncien a bombo y platillo, porque sencillamente en estos sitios se consiguen mejores precios a pesar de la lluvia el calor o el frió, porque el aire aclimatado de las tiendas bonitas, le sube el precio a todo.
Los pulgueros o flea market, son espacios grandes privados donde se les renta a cada negociante un pequeño territorio para armar su tiendecita o carpa y desde allà ofrecer sus mercancÃas a todo el que camine entre las estrechas callecitas del mercado popular. Por supuesto que la gran tajada monetaria se la lleva el propietario mayor (landlord) pues para los comerciantes a veces el margen es tan estrecho que solo les da para sobrevivir.fleamarket
El comerciante al competir con el mercado organizado por los grandes capitales, a veces cae en la tentación y comercializa marcas no auténticas, pero por lo general no se atreve a ir directo contra la ley federal y te ofrece diseños o marcas muy parecidas a las famosas, pero sin llegar a violar exactamente la ley, por ejemplo en vez de ofrecerte una camisa Tommy Hilfiger, te vende una que diga Tommy sport, y de esta manera se salva de las penalidades, porque aunque muchos no lo sepan, a menudo el pulguero es visitado por los hombres de gafas oscuras y zapatos caros (FBI) que andan a la caza de los falsificadores.
Los cubanos visitan mucho el pulguero, y mucho de lo que compran allà termina en Cuba, en casa de sus familiares y amigos. Los gustos en la Ãsla puede que sufran modificaciones teniendo en cuenta que cuando el emigrado compra una camiseta, trata de que sea liviana para pagar menos en la aduana, y el poco peso, el bajo precio, y el “made in China” define bastante la moda entre los que reciben al final la prenda del otro lado del mar.
 Cuando entras al pulguero, quedan atrás las grandes tiendas y el lujo, y ves de cerca el verdadero mercado entre “los iguales”, porque sabes muy bien que ninguno de los comerciantes es millonario. De hecho, la fealdad del lugar no se puede ocultar, y en algunos rinconcitos puedes palpar esa pobreza de los mercados de centroamerica donde lo mismo da que no hallan luces de neón o aire acondicionado, porque lo que cuenta es conseguir un aguacate barato, pues se me olvidaba decir que también se venden viandas de todo tipo.
Nota: Las fotos fueron tomadas en el pulguero de Hialeah, y anduve bajo tremendo aguacero, no me sentÃa en el ” Estados Unidos” que sale en el cine cuando vi hojas de lechuga y otros vegetales arrastrados por la sucia corriente que inundaba todo, pero es parte de la aventura.