La subversión que desde el exterior destina recursos financieros a grupos de delincuentes dentro de Cuba para desestabilizar eso que yo llamo PAZ SOCIAL, viene de la extrema derecha cubanamericana, y también del gobierno estadounidense. Los que organizan esta injerencia, estarÃan contentos si los receptores del dinero, fueran gente decente, pero ya se sabe que el dinero mal habido solo atrae delincuentes.
Las hordas de unpacu atacan en la zona oriental de Cuba a otros “disidentes” que no se doblegan ante la voluntad gansteril de esa pandilla, y ahora nos llegan noticias de una golpiza salvaje recibida por un representante de las “damasdeblanco” de parte de activistas de unpacu, que también al parecer trataron de secuestrar sin éxito a la vÃctima . Se reportan arrestos y la intervención de la policÃa cubana para evitar el estallido de violencia entre los “disidentes“.
Para empezar, a mi esa manÃa de grupos disidentes de autodenominarse con nombres pomposos o patrioteros, me parece de muy mal gusto. La palabra “patriótica” o “patria” es demasiado representativa de todos los cubanos, y ninguna facción, partido u organización deberÃa usuarla de manera particular, pero a parte del mal nombre escogido por esta gente, me asombra como sin ser un movimiento de masas, ni nada parecido, crece tan rápido dentro de sus jefes ese afán por controlar a los demás. No dejo de asombrarme cuando hablan de libertad…¿ Será que aspiran a una libertad que les permita aplastar con violencia a sus oponentes sin ser frenados por la ley ?
Ningún cubano desconoce ese espÃritu que movÃa a las pandillas polÃticas antes del 59 en Cuba. Cierta picaresca de origen español, mezclada con guaperÃa barata y gusto por la mala vida del hampa marginal hizo muy mala liga con la polÃtica, y precisamente de todo eso el pueblo cubano se cansó a finales de los 50. No creo que esta disidencia que necesita ser pagada hasta para mover un dedo tenga futuro alguno en la Cuba del futuro, porque esta completamente dirigida por antisociales que son incapaces de tener una visión integradora de la cosa polÃtica. Su incoherencia entre el discurso por los derechos humanos y polÃticos, y su conducta mercenaria y delictiva deriva de sus hábitos malsanos de vagancia y desprecio por las leyes. Aqui en los Estados Unidos hay una cultura general de respeto por la ley. Se le llama “imperio de la ley” a ese orden social sin el cual no es posible la vida civilizada, y si el pueblo norteamericano supiese en que termina parte de su dinero (Usaid) con seguridad que no verÃa con buenos ojos esa polÃtica externa contra estados ajenos.
Si la unidad dentro de la disidencia cubana es imposible debido a la mala conducta moral de sus miembros, no es debido al mal carácter de los cubanos, sino a la naturaleza artificial de una disidencia creada desde el exterior a golpe de dólares.