Una vez mas, como tantas miles de veces en la rutina cotidiana me puse a retirar la losa y limpiar la mesa de comer. Estas son actividades que uno realiza casi inconscientemente o en piloto-automático pues usualmente la mente anda distraida en asuntos mas serios que platos sucios, pero no por eso dejan de ser sumamente importante en el equilibrio de un hogar.
Cuando vi sobre la madera una banderita cubana pintada seguramente en secreto por algún artista menor de edad con creyones de pastel, entendà que todas las conversaciones informales sobre Cuba no han sido en vano. Me asombra, en parte porque el niño artista es nacido en los Estados Unidos, pero los sÃmbolos ha veces pueden más que la realidad. En nuestra psicologÃa pueden llegar a ser mas fuertes que mil discursos, pues no se archivan en el cerebro como data frÃa sino que están en algún rinconcito del corazón aun no descubierto por la ciencia.
En otra ocasión hubiera peleado, gritado y condenado la ofensa al orden público por ese acto de vandalismo, pero esta vez lo deje pasar. No estaba en mi.
NOTA: Averigüe y fue Josh el artista anónimo.